Rodríguez Zapatero defendió ayer en el Congreso que su Gobierno ha conseguido colocar los temas de inmigración en el «centro» de la agenda política europea «en sólo ocho meses». El jefe del Ejecutivo – que compareció ante la cámara baja para explicar las conclusiones del último Consejo Europeo – admitió que la UE no está suficientemente preparada para hacer frente a la gestión de las «crisis migratorias», pero aseguró que existe una «clara voluntad política» que es producto del trabajo del trabajo español.

Zapatero recordó así las medidas adoptadas por la Comisión, la Agencia Europea de Fronteras y algunos Estados para la cooperación en labores de vigilancia marítima y la ayuda que prestarán funcionarios europeos en las labores de repatriación de inmigrantes. «España no se siente sola en los problemas de inmigración porque no lo está – aseveró – ; Europa está afrontando sus responsabilidades, dando sentido y contenido a un política importante para todo el proyecto de construcción europea».

Mariano Rajoy, replicó que las «buenas intenciones» son siempre de agradecer, pero no son suficientes. «Cierto es – reconoció – que algunos países han ofrecido apoyos concretos, pero hace falta algo más que unas patrulleras para canalizar un fenómeno tan complejo». A su juicio, la principal medida que debería tomar el Gobierno implica un «cambio de mensaje». Achacó así a la regularización extraordinaria llevada a cabo hace un año por el Ministerio de Trabajo muchos de los problemas a los que ahora se enfrenta España.