Entre 200 y 250 inmigrantes marroquíes que estaban en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria) fueron conducidos por la Policía ayer fuera del campamento de la Cruz Roja y trasladados en autobuses dispuestos por el Ayuntamiento de Mogán a Las Palmas, sin que ninguna institución aclarase de dónde partió la orden y sin que tuvieran una plaza de acogida.

El concejal de Seguridad de Mogán, Mencey Navarro, explicó que, tras conocer que estas personas abandonaban el muelle, el consistorio decidió facilitarles un transporte a la capital, en concreto a la plaza de la Feria, en cuyas proximidades se encuentran la Delegación del Gobierno y el Consulado de Marruecos, donde acamparon con la intención de pasar la noche al raso mientras los vecinos de la zona les bajaban comida y mantas.

Según este edil, este grupo de inmigrantes fue puesto en la calle «sin ningún tipo de recursos, los han dejado fuera sin comida, bebida ni destino al que ir, a alrededor de las cuatro de la tarde».

El campamento de Arguineguín comenzó el día con más de 2.000 personas acogidas en precario en sus instalaciones, mientras las embarcaciones de Salvamento Marítimo siguieron trayendo nuevos rescatados al puerto a lo largo de la jornada (más de 500 hasta primera hora de la noche). Ello agravó las condiciones de hacinamiento que vienen denunciando desde hace tiempo diversas organizaciones. A última hora la noche, y como solución de emergencia, los migrantes desalojados fueron conducidos a apartamentos turísticos que se encuentran vacíos en el sur de la isla.

Por su parte, la coordinadora general de Podemos Canarias, Laura Fuentes, ha pedido la «inmediata dimisión» del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la salida este martes de 227 inmigrantes del campamento.