Después de una primera visita en octubre en la que quedó patente la descoordinación entre ministerios a la hora de gestionar la crisis migratoria, el titular de Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, vuelve esta semana a Canarias. Lo hace para abordar la respuesta que se está ofreciendo a la situación que se vive en las islas con la importante llegada de cayucos y pateras y evaluar el dispositivo anunciado por Madrid para acoger inmigrantes y que pasa fundamentalmente por el uso de centros militares.

Así lo anunció ayer el presidente canario, Ángel Víctor Torres, quien volvió a insistir en que Canarias está «absorbiendo» un «altísimo» número de inmigrantes «no conocido antes», a la vez que apuntó que en el mes de noviembre se superarán los registros de octubre, periodo en el que llegaron hasta las costas del archipiélago un total de 5.300 personas a bordo de barcazas . Ante esta situación, indicó que deben darse «todos los pasos: vigilancia, acogida, repatriación y derivaciones regladas».

El primer dispositivo en entrar en funcionamiento de los anunciados por el Gobierno central para aliviar la saturación de Arguineguín debe ser el antiguo polvorín de Barranco Seco, donde desde la semana pasada el Ejército instaló carpas con literas. Sin embargo, ni la Delegación del Gobierno ni el Gobierno de Canarias sabían ayer cuando podrán empezar a derivar personas desde el muelle sureño hacia este recurso.

Salvamento Marítimo rescató ayer cuatro pateras con 113 inmigrantes a bordo, la mayoría magrebíes

Torres hizo estas declaraciones después de reunirse con las representantes en España del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Sophie Muller, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), María Jesús Herrera. Ambas se encuentran estos días visitando las islas para conocer de primera mano «y analizar de manera transversal» esta nueva crisis de la inmigración y en la que prevén acudir a los «puntos calientes», como el puerto de Arguineguín, donde se hacinaban ayer en tono a 1.900 personas.

Tanto Muller como Herrera mostraron su predisposición a trabajar con las instituciones tanto a nivel regional como y españolas y ofrecer el apoyo de Acnur y la OIM para que los inmigrantes que llegan a las islas reciban «una respuesta digna y humana» no solo desde el punto de vista de la protección internacional para las personas que tienen derecho al asilo sino en la acogida. En este sentido, reconoció María Jesús Herrera que la pandemia del coronavirus «complica la situación» pero reiteró que la OIM indicó que las dos organizaciones están preparadas «para asistir al Gobierno». Apuntaron al respecto que a partir del próximo año, dos representantes de Acnur y uno de la Organización Internacional para las migraciones trabajaran en Canarias con este objetivo.

Indicaron además que presentarán un plan de trabajo para colaborar con las instituciones canarias y aunque la situación «ha empeorado», confían en que el plan anunciado por el Gobierno central obtenga respuestas positivas y que las medidas adoptadas «sean muy humanas». En cualquier caso, a juicio de la representante de Acnur, este plan llega «con cierto retraso». Muller agregó que «no pedimos promesas» y que su visita responde a la intención de compartir sus análisis respecto a la inmigración y que se cumplan las obligaciones intencionales en esta materia.

Por otro lado, Savamento Marítimo desembarcó ayer por la tarde en Arguineguín a los 85 ocupantes de tres pateras, todos ellos varones magrebíes salvo una mujer, tras rescatarlos a unos 38 kilómetros al sur de la isla tras recibir una comunicación de la Guardia Civil de tres ecos detectados por el Sive, informa EFE. Antes, por la mañana, condujo al mismo muelle a otro grupo de 28 varones magrebíes localizados en una patera a unos 16 kilómetros de la isla. Estos rescates se producen tras un fin de semana en el que han llegado a Canarias 1.347 inmigrantes, la mayoría magrebíes. En lo que va de año han llegado a las costas del archipiélago más de 17.000 personas.