Solo habían pedido tener un futuro mejor en España y ahora lo van a poder cumplir. Cinco jóvenes marroquíes, todos ellos refugiados invidentes, ya han podido viajar a la península para intentar tener un futuro laboral adaptado a su diversidad funcional.

La historia de estos cinco amigos saltó a la palestra en el mes de septiembre cuando los cinco cruzaron la entonces abierta frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos para decidir no volver nunca más a su país y buscarse la vida en otro lugar, ante la falta de salidas en la tierra que los vio nacer.

Ilyas Abghouni, Soulaman Achrif, Youness Debboun, Soufiane Charif y Zacarias Benjna dieron a conocer su situación a los medios de comunicación debido a sus semejanzas: son marroquíes, jóvenes universitarios, invidentes y con ganas de aparcar su diversidad para encontrar trabajo y tener una ilusión por vivir.

Los cinco, agarrados del brazo, se manifestaron ante la Delegación del Gobierno en Ceuta para solicitar su salida de la ciudad en la que llevaban desde septiembre de 2019 viviendo en el centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI), sobre el que denunciaron que no está acondicionado para personas con su discapacidad.

UNIVERSITARIOS

Ilyas Abghouni, que hacía de portavoz del grupo, explicó que tenían entre 19 y 28 años, dos de ellos habían conseguido terminar la carrera de Fisioterapia, uno tiene la de Derechos Humanos y otros dos estudian Literatura Inglesa.

Los cinco marroquíes aseguraban que el CETI no se adapta a su situación como personas con diversidad funcional y, mucho menos, a su discapacidad visual, por lo que únicamente solicitaban viajar a la península para seguir con su deseo de buscarse una vida mejor.

Por este motivo, no dudaron en agarrarse de la mano, recorrer a pie los más de cinco kilómetros que separan el CETI del centro de la ciudad y exponer a la opinión pública su situación; mientras, la Delegación del Gobierno recordaba que la solicitud de asilo había sido cursada y que se estaban siguiendo los trámites pertinentes.

Ahora los trámites han culminado y los cinco amigos han podido viajar hacia la península, aunque han tomado distintos destinos, según han confirmado a Efe fuentes de organizaciones no gubernamentales.

ANDALUCÍA, GALICIA, CATALUÑA Y PAÍS VASCO

Los primeros en salir de Ceuta fueron, a principios de mes, Zacarías y Soulaman. El primero de ellos viajaba hasta Galicia y el segundo hacia Barcelona, gracias a la presencia en ambos lugares de un familiar directo en este caso su tía, lo cual también era un requisito indispensable para poder salir de Ceuta.

Este pasado viernes se ha producido la salida de los otros tres compañeros. Soufiane ha podido viajar hasta San Sebastián para ser acogido por Cruz Roja Española.

Ilyas y Youness han viajado hacia Sevilla tutelados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) para participar en un programa de apoyo de dieciocho meses de duración.

Antes de partir visitaron las instalaciones de la ONCE en Ceuta para saber moverse con el bastón y tener más seguridad a la hora de caminar en la calle, según ha dicho a Efe esta organización.

Ahora el futuro los ha separado pero mantienen el contacto gracias a una historia que los unió en Ceuta y que ahora los ha separado temporalmente en busca de ganarse la vida como cualquier otra persona.