La covid-19 deja en evidencia la falta de protección de las empleadas del hogar

"Hay que darle una vuelta, con esta crisis se han visto aún más las carencias del sistema", afirma la secretaria de Empleo de CCOO, Lola Santillana.

Público, efe, 03-11-2020

80.500 personas decían trabajar como empleadas del hogar estuvieran o no de alta en la Seguridad Social esta cifra se ha reducido hasta las 529.100 en el tercer trimestre de este año, 50.000 menos.

Empleadas del hogar
Trabajadora del hogar: “Cuando llegas a España dejas de ser una persona con derechos y te conviertes en inmigrante”
MARISA KOHAN
Sin trabajo ni prestación
La protección por desempleo ha sido desde el inicio el principal escollo que evitaba la equiparación de estas trabajadoras (95% mujeres) con los del régimen general, aunque también la dificultad de actuación de la inspección de trabajo en domicilios particulares.

Desde que se creó en 2012, el sistema especial de empleadas del hogar sigue teniendo características propias que lo diferencian del Régimen General, con el que en teoría debe equipararse plenamente a partir de 2021.

Según denuncia a Efe la responsable de migraciones de UGT, Ana Mª Corral, desde 2015 este sistema especial se ha ido parcheando y los empleadores han ido perdiendo la concienciación original a la hora de dar de alta a las empleadas, por lo que ha instado al Gobierno a que abra la mesa de diálogo social para avanzar en su equiparación con el régimen general.

“Para nosotros es una prioridad”, deja claro Corral, quien muestra su indignación porque no se hayan iniciado ya los trámites para suscribir el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre empleo doméstico.

Condiciones más duras con la pandemia
“Lo que vemos es que lo que no estaba bien armado se convierte en un problema”, resalta Corral, quien, asimismo, recuerda que el empleo doméstico sustituye lo que no hacen las administraciones en servicios sociales y dependencia.

Durante la pandemia, expone, la situación de estas empleadas del hogar ha sido si cabe más dura, sobre todo en el caso de las internas, porque si fallecía la persona a la que cuidaban se quedaban sin manutención ni alojamiento, ya que no podían ni siquiera volver a sus países de origen con el cierre de fronteras.

Lógicamente se quedaban sin empleo, pero también sin la posibilidad de buscar otro, y sin salario, ni prestación en muchos casos en los que no estaban dadas de alta.

Además, denuncia Corral, el subsidio extraordinario proporcionado por el Gobierno ha experimentado meses de retraso en sus pagos. “Hay que darle una vuelta, con esta crisis se han visto aún más las carencias del sistema”, coincide la secretaria de Empleo de CCOO, Lola Santillana.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)