MADRID/BILBAO. España registró el año pasado la cifra más baja de solicitantes de asilo desde 1997, con 5.254 peticiones, y sólo 201 personas consiguieron el estatuto de refugiado con una resolución definitiva del ministro del Interior, según denunció ayer la Comisión Española de Ayuda al Refugiado ( CEAR ) al presentar su informe anual. En el Día Mundial del Refugiado, el presidente de CEAR, Ignacio Díaz de Aguilar, mostró su preocupación por la mayor desprotección de los solicitantes de asilo, ante las dificultades para acceder al procedimiento, y criticó que España haya seguido el ejemplo europeo para «externalizar sus fronteras» y trasladar a países limítrofes, como Marruecos o Mauritania, la responsabilidad de frenar la inmigración.

Esos países actúan como «tapón» que impide la llegada a España de posibles refugiados; de hecho, tras los asaltos masivos a las vallas de Ceuta y Melilla a finales del pasado verano, «se vivió la mayor crisis humanitaria relativa al derecho de asilo en los 20 años» de vigencia de ese derecho en España, aseguró el responsable de los servicios jurídicos de la ONG, Mauricio Valiente. Según el informe de CEAR, la baja cifra de solicitantes de asilo en España contrasta con las de otros países europeos, ya que, aunque también descendió el número de peticiones, en Francia se registraron 50.050; en Alemania, 28.910; y en Reino Unido, 30.460.

El año pasado se realizaron 98 solicitudes de asilo en el País Vasco. La gran mayoría, 86, se realizaron desde Vizcaya, lo que convierte a este territorio en la sexta con mayores peticiones de asilo de España, por detrás de Madrid (2.767), Ceuta (1.189), Melilla (216), Barcelona (165) y Valencia (134).

Cear – Euskadi tramitó 79 de las 86 solicitudes. Sin embargo, según el informe elaborado por esta organización, sólo a un colombiano se le concedió la protección complementaria por motivos humanitarios. Otras dos personas, un colombiano y un iraní, consiguieron que se les reconociese el estatuto de asilo, después de que Cear recurriese ante la Audiencia Nacional (AN).

El presidente de Cear – Euskadi, Javier Galparsoro, lamentó también que la denegación de la solicitudes «siga siendo la tónica dominante» por parte del Gobierno español. Achacó el descenso de solicitudes a una «interpretación mezquina» de la Convención de Ginebra. Criticó las excesivas complicaciones para documentar la condición de perseguido en el país de origen, cuando «lo normal es que el refugiado huya con lo puesto. La dificultad para acceder al procedimiento es un factor añadido que es común en todos los países europeos», denunció. AGENCIAS