La vida de los inmigrantes en Alemania se endurece aún más con la Covid
Los despidos por la crisis de la pandemia tienen gran incidencia en la vida de un colectivo que se empobrece más y sin tampoco muchas opciones de regresar a su país
La Vanguardia, , 02-11-2020Despedidos, confinados y sin poder regresar a casa. Numerosos inmigrantes asiáticos , africanos, polacos, portugueses, españoles… han quedado atrapados en Alemania por la suspensión de vuelos a causa de la pandemia.
Sin trabajo, sin ingresos y sin posibilidad de regresar a sus lugares de origen, son apenas la punta del iceberg del problema que afrontan los inmigrantes en Alemania a causa de la Covid-19.
Y es que este colectivo, en el cual me cuento, somos los más afectados por las consecuencias económicas de la pandemia en este país.
Muchos se han encontrado de un día para otro con la carta de despido, confinados y varados lejos de sus hogares, algunos sin ni siquiera asistencia médica.
Estreno en plena crisis: el nuevo aeropuerto BER Berlin Brandenburg, que incorpora el antiguo aeropuerto de Schoenefeld como su Terminal 5 y también sustituye al aeropuerto de Tegel, que cerrará en los próximos días.
Estreno en plena crisis: el nuevo aeropuerto BER Berlin Brandenburg, que incorpora el antiguo aeropuerto de Schoenefeld como su Terminal 5 y también sustituye al aeropuerto de Tegel, que cerrará en los próximos días. (Adam Berry / Getty)
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La pandemia ha supuesto la pérdida de muchos puestos de trabajos de inmigrantes, pero aún es difícil estimar su alcance.
En Alemania , las medidas de ayuda a la población no se extienden a los inmigrantes que no tengan cotizado al menos un año, que son el grueso de la fuerza laboral en los sectores más afectados por esta crisis.
Los inmigrantes levantamos las modernas fábricas alemanas gracias a un ejército de obreros baratos procedentes de medio mundo, pero sobre todo asiáticos y africanos, portugueses y españoles, polacos y turcos.
Al menos un tercio de quienes vivimos en Alemania somos trabajadores extranjeros, que estamos bajo una gran presión porque no podemos enviar dinero a nuestras familias y algunos apenas tienen para comer, ya que la mayoría trabajamos en sectores que han paralizado su actividad.
Alemania decretó una amnistía para quienes han excedido su estancia legal y ha ofrecido vuelos gratuitos de repatriación”
Clientes de un restaurante horas antes de que entre en vigor el cierre de estos locales por la Covid en noviembre.
Clientes de un restaurante horas antes de que entre en vigor el cierre de estos locales por la Covid en noviembre. (Andreas Rentz / Getty)
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Ha extendido hasta fin de año los permisos de residencia, pedido a las empresas que no echen de sus alojamientos a los empleados que despidan y eliminado la autorización para cambiar de trabajo.
Aun así, son muchos los que, en estas circunstancias, prefieren volver a sus lugares de origen, pero se han encontrado con las puertas cerradas.
Las actividades esenciales recaen sobre las espaldas de los inmigrantes. Son extranjeros la mayoría de los empleados en hospitales (en todos los niveles), servicios de limpieza y desinfección, supermercados, empresas de entrega a domicilio Basureros o en las obras que no han parado.
Por lo tanto, tienen —tenemos— trabajos de máximo riesgo que los propios alemanes no quieren realizar.
Un hombre con mascarilla lee el letrero de una tienda cerrada.
Un hombre con mascarilla lee el letrero de una tienda cerrada. (Andreas Rentz / Getty)
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Gül, de origen turco, me cuenta: “Nos toman la temperatura a diario, pero somos ocho en la habitación y, si uno se contagia, caeremos todos enfermos. Veo en las noticias que se muere mucha gente y preferiría estar con mi familia, pero mientras tenga trabajo…”.
Con pequeñas diferencias, en todos los casos el permiso de residencia está vinculado al de trabajo y, si uno es despedido, al final el trabajador debe abandonar el país. De o hacerlo, se penaliza con multas.
No existen seguros de desempleo y, en ausencia de sindicatos, no es infrecuente que los despedidos tengan dificultades para cobrar las magras indemnizaciones previstas,e incluso los últimos sueldos.
Los inmigrantes son el eslabón más débil ante el parón económico. El intento de facilitar la salida del país a los extranjeros podría interpretarse como un ejemplo de que los gobernantes ven a los inmigrantes como desechables, pese a que sustentan la economía básica de Alemania.
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