Los medios de comunicación tienen una asignatura pendiente con la infancia vulnerable y el tratamiento que se da a las informaciones protagonizadas por menores, especialmente en el caso de las noticias de sucesos en las que las víctimas son niños.

Así lo destaca el informe “La infancia vulnerable en los medios de comunicación”, coordinado por Aldeas Infantiles, la FAPE y el Consejo General de la Abogacía y presentado este martes, que ha analizado 100 informaciones protagonizadas por menores y publicadas en medios impresos y digitales a lo largo de 2019.

Si bien la conclusión es que en un 75 % de las informaciones el tratamiento a la infancia ha sido positivo, aún queda un 11 % de casos en los que el enfoque es neutro y un 14 % de noticias con un tratamiento negativo de la infancia vulnerable.

Laura Prados, coordinadora del informe, ha destacado el caso de las imágenes que acompañan a las noticias y que, en un 12 % de los casos, vulneraba la identidad de los menores.

En cuanto a los titulares de las informaciones, en un 12 % de los casos eran morbosos, alarmistas, sensacionalistas y no aportaban información.

Quizá uno de los ejemplos que mejor sirve para ilustrar el tratamiento que los medios dan a la infancia más vulnerable son las informaciones sobre los niños inmigrantes solos y cómo el acrónimo “mena” (menores extranjeros no acompañados) ha contribuido a deshumanizar a estos niños y niñas que se encuentran solos en un país que no es el suyo.

No obstante, el informe apunta que “aunque se siguen publicando piezas informativas que criminalizan y estigmatizan a los niños extranjeros no acompañados, también vemos historias de superación e integración de estos niños”.

Así, pese a que la nota media final de las noticias analizadas ha bajado respecto al informe del año pasado, Aldeas Infantiles observa un tratamiento de la infancia en general “adecuado”. “Este ligero descenso implica que no se debe bajar la guardia a la hora de redactar las noticias relacionadas con niños”, advierte.

En general, en las noticias analizadas prima el rigor y el respeto a la infancia. Cada vez se publican menos imágenes de niños y niñas, se utilizan más nombres ficticios cuando se tratan casos particulares y se les utiliza menos como fuentes de información, aunque se siguen dando casos.

No ocurre lo mismo con las noticias de sucesos protagonizadas por menores.

Aldeas Infantiles lleva años detectando una especial vulneración de los derechos de los niños en este tipo de informaciones, en especial en las más mediáticas, como lo fue en 2019 el asesinato y posterior juicio sobre el niño Gabriel Cruz.

El informe de este año ha dedicado un espacio de estudio al tratamiento informativo del juicio y ha analizado 23 informaciones de medios impresos y digitales teniendo en cuenta que la familia envió un texto a los medios en el que pedían tratar con respeto su caso, no publicar datos que afectaran a su situación personal y evitar realizar informaciones relativas a los informes forenses.

Sin embargo, hubo algunas informaciones que optaron por el morbo o por la publicación de detalles escabrosos que podrían dañar a la familia, al menos en algún párrafo de la información y en dos de las noticias seleccionadas se publican fotografías del niño.

Así, cerca de la mitad de las noticias analizadas relatan los hechos desde el respeto a la familia y a la memoria de Gabriel Cruz, hay otras informaciones que lo respetan en su mayoría, con algún párrafo que se podría haber eliminado por innecesario o dañino, y una minoría de informaciones sensacionalistas, ya sea por el titular, por el contenido de la información o por ambos.

En la presentación del informe ha participado Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, quien ha pedido que “que no se agache ninguna sonrisa más de ningún niño” víctima de un delito, y se ha dirigido a los periodistas para sugerirles que, si tienen dudas a la hora de escribir, “tomen en cuenta cómo lo harían si el protagonista de la noticia fuera su hijo”.