La Memoria anual 2005 de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Cádiz, en la que se encuadra Ceuta, destaca el incremento de los intentos de entrada en la Península de extranjeros que no dudan en poner en peligro sus vidas para conseguir su objetivo. Según la Fiscalía, han aumentado «espectacularmente» las acusaciones por inmigración ilegal con la agravación específica de puesta en peligro de la vida, la salud o la integridad física del inmigrante.

Así, apunta que es «particularmente peligrosa y abundante» la introducción de inmigrantes escondidos en turismos y en los bajos de camiones, en espacios habilitados que carecen de un respiradero suficiente.

La Fiscalía muestra su preocupación por la «cifra negra», es decir, por los casos no descubiertos. Y no sólo porque puedan ser una invitación a un nuevo intento, sino porque «ello significa que ha habido habilidad en la ocultación». Y en esta clase de delito, agrega, habilidad es sinónimo de temeridad. Y «de esa temeridad generada por el autor del delito y aceptada por el inmigrante clandestino», indica la Memoria, «se desprenden unos riesgos para la vida que tememos que se materialicen en muchas ocasiones sin ser descubierto el resultado lesivo para la integridad, la salud o incluso la vida del inmigrante».

La Memoria aborda también la relación entre inmigración y delincuencia, pero no porque sea consustancial, sino porque «la entrada ilegal en el país suele conllevar la entrada en la marginación social». En Ceuta y en Algeciras, señala la Memoria, la delincuencia extranjera está «prácticamente monopolizada por ciudadanos marroquíes», si bien en aspectos concretos como el tráfico de hachís en pequeñas cantidades a través de la aduana «se multiplica el número de nacionalidades» de los detenidos. Lo que hace que no sea infrecuente, agrega, la detención en la misma aduana de ciudadanos procedentes de diferentes países de la Unión Europea.

La Fiscalía señala que en Ceuta persiste el sistema de los ‘motores humanos’, es decir, la introducción de inmigrantes a nado remolcados por otra persona, y que suelen llevar trajes de neopreno y aletas.