Siete de los 15 centros escolares instalados en un triángulo irregular formado por las avenidas de la Meridiana y la Diagonal y el mar, que coincide con el barrio del Poblenou, acogían en el curso 2004 – 2005 al 88% de los alumnos extranjeros escolarizados en la zona. La desigual distribución de los inmigrantes, que provoca la fuga de familias autóctonas de centros que funcionan de forma modélica, se ceba en el sector público, al que, en el último curso, acudían 441 de los 531 extranjeros censados en la zona, el 83% del total.
Cuatro CEIP o centros públicos de educación infantil y primaria – – Antoni Brusi, Bogatell, Lope de Vega y La Mar Bella – – , dos IES o institutos de enseñanza secundaria – – Poblenou e Icària – – y el colegio concertado Miró se hacían cargo del grueso de los recién llegados. Mientras, en el otro extremo, los CEIP Pere IV y Diagonal Mar, situados en áreas de reciente urbanización, y el Vila Olímpica, y los colegios concertados Grèvol, Asunción de Nuestra Señora, Montseny o Voramar apenas si escolarizaban inmigrantes.
Este último, el colegio con más estudiantes del barrio, contaba con un solo extranjero entre los 672 matriculados en el curso 2004 – 2005, según los datos facilitados por la Conselleria d’Educació al Parlament en respuesta a una pregunta del diputado del PP Rafael López.

VARIAS CAUSAS
El desequilibrio crece por diversos motivos. La normativa antepone el derecho de los padres a la elección de centro y las medidas correctoras de la Administración, cuando se adoptan y no son suspendidas por los tribunales, no siempre surten efecto.
En otras, como en el caso del CEIP Lope de Vega, del que EL PERIÓDICO informaba el sábado pasado, la inhibición del Consorci d’Educació de Barcelona, gestionado por el ayuntamiento y la Generalitat, ha agravado su situación. A diferencia de los CEIP Antoni Brusi y La Mar Bella, que en los últimos cursos han logrado atraer a más autóctonos en la etapa infantil (3 – 6 años), en el Lope de Vega la proporción de inmigrantes ha crecido hasta el 60% en P – 3.

LA BARRERA DE LAS CUOTAS
En otros supuestos, las cuotas que los centros, tanto públicos como concertados, exigen a las familias para sumarse a la asociación de padres, realizar actividades extraescolares o recibir determinados servicios, actúan como una barrera que disuade a los inmigrantes. Las prácticas de selección de alumnado por parte de las direcciones tampoco son privativas de la red concertada. El CEIP Pere IV, por ejemplo, es investigado por los servicios de inspección de Educació tras haber sido denunciado por el empleo de este tipo de métodos.
La desproporción entre los índices de extranjeros que acuden a una y otra red son más evidentes cuando se observa que de los 5.607 estudiantes matriculados en Poblenou en el curso 2004 – 2005, un 53% estudiaba en la pública y un 47% en la privada. De los 531 inmigrantes (el 9% del total) el 83% acudía a centros públicos y el 17% a privados. Las proporciones se han mantenido este curso.