El mobbing, término utilizado para hacer referencia al acoso laboral, está cada vez más presente entre los inmigrantes en Alemania.

Se calcula que alrededor de un 44 % del total de los trabajadores en Alemania lo sufren o lo han sufrido alguna vez durante el desempeño de su trabajo y, de entre las víctimas, un 40 % son inmigrantes.

Se trata de un comportamiento que puede provocar graves consecuencias a nivel psicológico, social y laboral y, ante el cual, toda empresa debe tener un plan de prevención. Pero, en Alemania, vemos que en muchas empresas no existen estas medidas.

Y eso que, al igual que sucede con el bullying en etapa escolar, también se puede poner freno al acoso laboral con prevención.

Manifestación de empleados en Duesseldorf.
Manifestación de empleados en Duesseldorf. (INA FASSBENDER / AFP)
El mobbing hace referencia a la acción de uno o varios hostigadores sobre una persona en el ámbito laboral. El objetivo de estas acciones no es otro que producir miedo, desprecio o desánimo a un trabajador en concreto, acciones con las que se veja o degrada y que pueden realizarse de muchas maneras, como con insultos, humillaciones, extendiendo rumores falsos o aislando a la persona del resto de trabajadores.

En Alemania, una causa muy frecuente de mobbing es por no dominar el idioma lo suficiente”

Hay diveros tipos de mobbing laboral, como el horizontal (tiene lugar entre compañeros de la misma categoría profesional o puesto similar de jerarquía) o el vertical (cuando el acosador está en un escalón profesional diferente al de la víctima, ya sea superior o inferior, y dependiendo de esto, se considera ascendente o descendente).

Cola ante una tienda de Kehl.
Cola ante una tienda de Kehl. (FREDERICK FLORIN / AFP)

A veces se sigue una estrategia, como cuando se acosa a un trabajador para hacer que abandone su puesto de trabajo con el objetivo de que la empresa no tenga que hacer frente a una indemnización por despido.

Incluso se pueden dar casos de que el mobbing lo lleve a cabo la dirección de la empresa con algún propósito ligado a la productividad o a la plantilla.

También se puede producir un mobbing perverso, es decir, aquel acoso laboral que se ejerce sin ningún motivo o razón aparente, simplemente, tiene lugar por la personalidad manipuladora y perversa del acosador.

En otra ocasiones, puede aparecer algún tipo de discriminación por edad, sexo, religión, ideología política o apariencia física, con ánimo de discriminar.

Un acoso laboral que se centra en un trabajador que es diferente al resto afecta, por ejemplo, a los inmigrantes, como sucede más de lo deseable en Alemania.

Por eso, se está poniendo el acento en que, para poder prevenir el mobbing, es necesario que las empresas cuenten con un plan de igualdad, algo que ya es obligatorio para aquellas que cuentan con más de 50 trabajadores.

En este plan se deben establecer unas normas de conducta clara y ofrecer un canal de comunicación efectivo para las posibles víctimas, que, en Alemania, es evidente que hay que mejorar.