Inmigración. Son cinco extranjeros que han triunfado en la ciudad. Sus logros son reconocidos en los ámbitos cultural, académico, empresarial y artístico
Extranjeros con estrella en Madrid
El Mundo, 20-06-2006Un palestino dirige el área de Estudios Arabes e Islámicos de la Universidad Complutense; un mexicano es uno de los fotógrafos más destacados en el cine; una colombiana empezó con un restaurante y ya tiene cuatro establecimientos comerciales; una ecuatoriana dirige una clínica odontológica; y un matrimonio argentino pone de moda el baile de la milonga. Todos viven en Madrid, donde a 1 de enero de 2006 los extranjeros representaban ya un 15, 28% de la población.
MAHMUD SOBH
El poeta «palespañol»
Mahmud Sobh vive en Madrid desde 1965. Nació el 16 de febrero de 1936 en un pueblo próximo a Nazaret (Palestina) al que no le permiten regresar. «Uno no pierde su esencia, su origen, y sé que prefiero ser un pastor en Galilea a un presidente en España. Es la herida del destierro».
Diplomáticos españoles y extranjeros pasan por su aula de clase de Lengua, Cultura Arabe y Protocolo, desde 1972, en la Escuela Diplomática de la Universidad Complutense, donde lo nombraron catedrático emérito por cuatro años más.
Sobh está casado con una española, tiene tres hijos y un nieto. «Además de esto, quizá lo más importante en la vida es que soy poeta bilingüe, en árabe y español, y por eso me dicen ’palespañol’».
Ha escrito 30 libros sobre literatura árabe, en especial de la región de Andalucía, por lo que ha recibido muchos premios. El mar blanco es uno de los más conocidos. También es traductor literario y ha trasladado del español al árabe varias obras literarias, entre ellas La Celestina y Confieso que he vivido, por lo cual el Ministerio de Cultura le otorgó el premio de traducciones. Mahmud Sobh explica que logró eso siendo extranjero y, con la ayuda de Julio Cortés, escribió el libro Don Quijote en el siglo XX. Pero tiene una herida: no poder regresar a su país de origen.
CÉSAR SALDIVAR
Una lente mexicana en el cine
César Saldívar es reconocido hoy en Madrid por su trayectoria como fotógrafo. En 1998, este hombre de 46 años que nació en Monterrey (México), decidió establecerse en la capital española y enfocó su trabajo en la fotografía. Tenía un sueño que le rondaba en la cabeza desde que estudiaba Arte Contemporáneo en París: trabajar en el cine español. «Mi sueño es hacer cine, y descubrí que retratando actores satisfacía esa necesidad de dirigir».
Hoy su nombre es recordado por haber posado frente a su lente grandes actores y actrices, varios de ellos desnudos. De igual forma, por ser uno de los fotógrafos que mejor uso da a la luz natural en sus obras.
«Soy un mexicano que vive en Madrid. Soy un artista que ha crecido, con mucho esfuerzo, en esta ciudad. Recuerdo que llegué con muchos de mis ahorros y me instalé en el Madrid de los Austrias, porque quería estar en un barrio emblemático de la ciudad», relata.
Su obra es recogida en siete libros de fotografía que en seis años ha publicado. Ya ha expuesto su trabajo en Francia, Estados Unidos y México, entre otros países. «Me considero cada día más mexicano y de cierta forma busco siempre las raíces».
Y en esa búsqueda Saldívar realizó una exposición sobre Ciudad Juárez, población mexicana en la frontera con Estados Unidos y prepara una segunda etapa en la que quiere reflejar los problemas sociales de su país y de ser posible de otros de América.
LEO Y EUGENIA
Milonga en el corazón flamenco
En la sala Cha – 3, en la plaza de San Pol del Mar, decenas de personas asisten a las clases de tango y milonga de los argentinos Leonardo Calvelli y Eugenia Usandivaras, quienes no sólo son reconocidos por ser una de las parejas de este baile de mayor trayectoria en la ciudad, sino por su trabajo como coreógrafos y la realización de espectáculos en Europa.
La pareja se instaló desde hace 11 años en Madrid. «No sólo somos pareja de tango. Tenemos un hermoso bebé y otro hijo que hemos visto crecer que es un espectáculo de tango que se llama Concertango y se presentará en julio en el teatro San Pol», dice Leo.
El dúo ha recorrido con su tango París, Roma, Londres, Estocolmo, Oslo, Moscú, Bruselas y ha participado en espectáculos como Fascinación de Tango y Siglo de Tango. También en el grupo de bailarines de Julio Iglesias en algunas de sus presentaciones y fueron pareja solista de tango para la Filarmónica de Israel. «Llegamos y lo que teníamos era talento. Empezamos con las milongas desde hace nueve años y hemos tenido mucha acogida en este país», explica Eugenia, quien baila desde los 11 años.
La pareja considera que el amor y su pasión por el baile han sido las claves para poder realizar el sueño de vivir del baile. «Vamos una vez al año a Argentina y sabemos que allí hay mucha gente que no nos conoce».
ELIZABETH DELGADO
Café, sazón y folclore
Elizabeth Delgado, una colombiana del departamento del Valle del Cauca, decidió desde hace ocho años dar a conocer los platos típicos de su país en Madrid. Por eso abrió el restaurante Patacón Pisao, ubicado en la calle de las Delicias.
Hoy es propietaria de ese restaurante y de otros tres establecimientos comerciales en Madrid en los que sólo trabajan colombianos y se promueve el folclore y el café de ese país.
«A diario tengo una preocupación y es que se mira en muchos de los casos el lado negro de los colombianos. Pero esa no es la realidad y hay muchas personas de mi país trabajando de forma honrada y sacando la cara por el país», dice Elizabeth mientras enseña una bandeja paisa, plato típico colombiano que a diario se sirve en Patacón Pisao.
Elizabeth, de 52 años, llegó a Madrid hace más de 30 años con la idea de hacer sus estudios universitarios. Pero en los primeros años de carrera se casó. Hace ocho años se divorció y decidió que debía seguir adelante y consiguió un socio para emprender su proyecto: un restaurante colombiano en Madrid.
Patacón Pisao empezó a crecer y no sólo como establecimiento de comidas sino como un sitio de encuentro de colombianos y artistas de ese país que llegaban a Madrid. Desde hace dos años a la mujer se le ocurrió promocionar también el consumo de café colombiano y abrió La Rochela, en la zona de Bilbao.
IRMA CAIZA
Una sonrisa ecuatoriana
Con esfuerzo la odontóloga ecuatoriana Irma Elizabeth Caiza, de 49 años, logró abrir una clínica odontológica en Madrid.
Hace 14 años las cosas se pusieron difíciles en Ecuador y la crisis económica hizo que muchas empresas se vinieran abajo o, como en el caso de Irma, fueran menos los clientes que visitaran los consultorios de dos clínicas que tenía allí montadas. «Eso fue muy duro», dice Irma, quien terminó viviendo en Madrid donde desde 2000 dirige el Centro Odontológico de Especialidades. Para poder lograrlo Irma tuvo que empezar de cero, como lo hacen muchas latinoamericanas que llegan a esta ciudad: cuidando niños. «Me dieron entonces una tarjeta de residencia como servicio doméstico», relata.
Irma pudo trabajar como odontóloga en una clínica pero no tuvo buenas condiciones laborales. «Trabajé en siete clínicas hasta que por fin pude abrir la mía». Así fue que ahorró y pudo abrir un centro odontológico en Parla. «Pero mi sueño era Madrid y con préstamos bancarios y con trabajo lo cumplí». Ahora cuatro odontólogos y dos auxiliares trabajan en la clínica de una ecuatoriana en Madrid. «Nadie es profeta en su tierra, ese es mi caso. Pero aquí estoy y no dejo de ser ecuatoriana».
PIES DE FOTO TITULADA
CÉSAR SALDIVAR
«En Madrid pude darme a conocer como fotógrafo y lo agradezco. Pero lograr cierto prestigio y abrirse espacio en esta ciudad no es fácil. Soy extranjero y mi trabajo fue lo que me abrió la puerta».
LEO Y EUGENIA.
«En España, dicen quienes saben de este tema, hay cinco maestros de primera calidad en el baile del tango y con agrado hemos visto que nos incluyen en ese grupo y ha sido muy gratificante».
MAHMUD SOBH.
«Observo que ahora al llegar un árabe a España tiene más dificultades, y no me refiero a lo económico, sino a la forma de ser acogido, de ser integrado a la sociedad española… Todos somos iguales».
IRMA CAIZA.
«No es fácil abrirse camino en esta ciudad pero, estés donde estés, puedes conseguir lo que quieres si te esfuerzas. A mí el destino me trajo a Madrid y decidí que debía crecer más, y aquí me tienen».
ELIZABETH DELGADO.
«Es difícil hacer empresa en Madrid, pero por fortuna he conseguido surgir. Muchos inmigrantes piensan que tienen que conformarse con lo que les toque, pero yo tengo otra teoría».
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