Hartas de ser burladas por los vendedores ambulantes ilegales, las comisarías del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y las de la Policía Local de Sant Adrià de Besòs y Badalona desmantelaron, el pasado martes en una operación conjunta, un mercadillo ilegal integrado por inmigrantes y que cada semana se instala entre las dos poblaciones. Los tenderetes se situaban bajo el puente de la autopista y junto al Mercat dels Encants.

Precisamente su ubicación es lo que permitía a estos comerciantes irregulares esquivar las redadas que llevaban a cabo los policías con cierta frecuencia. Tan sencillo como que cuando los agentes que les acosaban eran de Sant Adrià, cruzaban la calle y evitaban ser intervenidos al encontrarse en la localidad de Badalona, y viceversa. Este mercadillo es uno de los más grandes del área metropolitana de Barcelona.

En esta clase de mercados ambulantes, en los que se vende desde un canario o una pieza de jamón de bellota robada, hasta unas zapatillas deportivas o prendas de ropa falsificada, es habitual que varios vigilantes controlen los movimientos de los policías cuando se acercan a la zona. Así, a la voz de «son los de San Adrià» o «son los de Badalona», cambiaban de acera y problema resuelto.

Sin embargo, las dos comisarías del CNP de ambas localidades decidieron llevar a cabo una operación de Extranjería en el mercadillo, al tener conocimiento de que muchos de los vendedores se encuentran en situación ilegal en el país. Los mandos de las dos comisarías y de las policías locales de Badalona y Sant Adrià se reunieron para tratar la situación. Finalmente, acordaron montar un dispositivo el pasado martes.

Fuentes policiales reconocieron ayer a este diario que «se habían encontrado con muchas dificultades» a la hora de intervenir en la zona porque se encuentra «en un punto limítrofe entre las dos localidades».

Sobre las 9 horas del pasado martes, una treintena de agentes, entre efectivos de las policías locales y del CNP, irrumpieron en el punto en el que habitualmente se instala el mercadillo.Esta vez, ni a los vigilantes les dio tiempo de avisar a sus compañeros ni tampoco sirvió lo de cambiar de acera.

Los policías se encontraron con decenas y decenas de vendedores, la mitad de los cuales son gitanos que tienen sus permisos de venta ambulante en regla y que hace años que instalan sus tenderetes en la zona. Sin embargo, más de un centenar de extranjeros, en su mayoría paquistaníes y marroquíes, tenían extendidas mantas con toda clase de objetos encima, muchos de los cuales habían sido robados.

En este mercado ambulante puede encontrarse toda clase de ropa falsificada, telas, plantas o animales. Casi todo lo que se comercializa en unos grandes almancenes, aunque sin orden ni pisos, claro.

La operación policial duró cinco horas. En total, se levantaron 12 actas por venta ambulante sin la pertinente licencia administrativa y otras tantas intervenciones de género, entre el que hay decenas de prendas, comida y toda clase de animales de compañía. Cuatro de las capturas fueron llevadas a cabo por la Policía Local de Sant Adrià y ocho por la Guardia Urbana de Badalona.

Además, fueron identificadas un total de 73 personas, de las que nueve tenían antecedentes penales. Los efectivos del CNP trasladaron a la comisaría a un total de 22 individuos para identificarlos plenamente.

Asimismo, fueron detenidas 12 personas. Por estancia ilegal en España fueron arrestados cinco marroquíes, A. A., de 31 años, H. N., de 36, A. N., de 27, E. M. E. M., de 33, y E. M. E. B., de 36; y, dos paquistaníes, N. A., de 37 años, y F. A., de 36.Un argelino, M. D., de 36 años, y un paquistaní fueron arrestados para ejecutar órdenes de expulsión ya dictadas.

Además, dos marroquíes, S. R., de 46 años, y M.C., de 23 años, fueron capturados porque tenían prohibida la entrada en España.Por último, Sahil S., de 38 años y nacionalidad argelina fue detenido por tener dos requisitorias judiciales, una orden de ingreso en prisión y otra de personación en el juzgado.

Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía continuaban ayer realizando comprobaciones acerca de las identidades de muchos de los arrestados e identificados, porque carecían de cualquier clase de documentación.

Fuentes policiales aseguraron ayer que el próximo martes se permitirá instalar el mercadillo «como cada semana», pero sólo a los vendedores que posean la licencia municipal adecuada para ello. Los que sigan desplegando tenderetes en la zona serán sancionados y perseguidos como lo fueron esta semana.

Malestar en los Mossos d’Esquadra porque no contaron con ellos

BARCELONA.- La operación llevada a cabo de forma conjunta por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y las policías locales de Badalona y Sant Adrià del Besòs estuvo a punto de convertirse en un nuevo episodio de desencuentro del CNP y los Mossos d’Esquadra, que no intervinieron en ningún momento en el dispositivo.

Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía explicaron ayer que no se avisó con antelación a los Mossos d’Esquadra porque ellos siguen teniendo competencias en materia de Extranjería en Cataluña, a pesar del despliegue de la policía autonómica en ambas localidades.

Asimismo, la mismas fuentes señalaron que la policía autonómica sí que fue alertada en el momento en el que se llevaba a cabo el operativo, el martes por la mañana. Este aviso obedeció a la posibilidad de que algún agente de los Mossos pudiera sorprenderse al ver el espectacular dispositivo que se montó en el mercado ilegal.

Un portavoz de los Mossos d’Esquadra evitó ayer entrar en polémicas con el CNP recordando que la potestad en materia de Extranjería sigue siendo del Gobierno central. La consigna es la que han mantenido en todo momento ambos cuerpos. De puertas para dentro existe tensión, pero de puertas para fuera se sigue negando.

Sin embargo, fuentes no oficiales de la policía autonómica confirmaron que existe «malestar» porque no contaron con ellos para montar el dispositivo, sobre todo porque las competencias en materia de seguridad ciudadana tanto en Badalona como en Sant Adrià corresponden a los Mossos d’Esquadra.

Fuentes policiales explicaron ayer que este tipo de operativos suelen contar con muchas dificultades en estas intervenciones porque los vendedores cuentan con vigilantes que los alertan al percatarse de la presencia policial. Sin embargo, en este caso, la velocidad y coordinación entre la treintena de agentes implicados evitó que la mayoría de vendedores ilegales pudieran fugarse.

No obstante, no fueron pocas las carreras que se produjeron cuando los inmigrantes se percataron de la operación.