Hasta el próximo 23 de junio Civican acoge la exposición educativa Veo, veo – Ikusi makusi, que forma parte de un proyecto educativo sobre derechos humanos, racismo y xenofobia, diseñado por la ONG navarra Asamblea de Cooperación Por la Paz. Por la muestra ya han pasado 400 alumnos entre 10 y 14 años y de diez centros distintos. Se espera la visita de otros 200 escolares. Hasta el próximo 23 de junio Civican acoge la exposición educativa Veo, veo – Ikusi makusi, que forma parte de un proyecto educativo sobre derechos humanos, racismo y xenofobia, diseñado por la ONG navarra Asamblea de Cooperación Por la Paz. Por la muestra ya han pasado 400 alumnos entre 10 y 14 años y de diez centros distintos. Se espera la visita de otros 200 escolares.

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Según explica la ONG navarra, el proyecto educativo está dirigido a niños y jóvenes de 5º y 6º de Primaria y de 1º y 2º de la ESO para «contribuir al fortalecimiento de los valores que configuran el respeto por los derechos humanos y las peculiaridades y diferencias de los demás». Se busca, añade, que los jóvenes «piensen por sí mismos y tomen conciencia de cuáles son los mecanismos que conforman las generalizaciones, los prejuicios y el fenómeno del chivo expiatorio y hacerles reflexionar sobre situaciones de racismo y xenofobia.

Pone a debate temas como «nada es lo que parece a primera vista y el presunto culpable puede ser inocente», entre otros

El proyecto data de 1994 y durante estos años ha rodado, en tres lenguas diferentes, por decenas de ayuntamientos y comunidades autónomas. También por otros cinco países europeos donde actúan organizaciones con las que Asamblea de Cooperación por la Paz forma consorcio.

«Fomentar la duda como elemento necesario para el análisis crítico previo a la toma de decisiones es más difícil que propagar verdades absolutas, aunque éstas sean, relativamente hablando, mentiras absolutas instaladas en el tiempo a fuerza de ser machaconamente repetidas», se explica.

«Nada es lo que parece a primera vista, el presunto culpable puede ser inocente, tu opinión sólo es tu opinión, no la única opinión posible, la fuerza no da la razón aunque el raciocinio te pueda dar fuerza», son los argumentos que se ponen a debate.

En Navarra ha estado ya en Tudela (octubre 2004, IES Benjamín de Tudela) y Estella (Casa de Cultura, diciembre 2005).

Desarrollo de la actividad

La exposición consiste en ocho secciones que siguen un orden, como un circuito de juegos. Primero se proyecta un vídeo titulado Gente, gente, qué gente, y se reparten los «pasaportes», un cuaderno para plasmar la propia experiencia y como material didáctico de trabajo en el aula.

En el recorrido, que se hace por parejas, en la sección Las apariencias engañan se descubre que a veces la realidad no es lo que parece, y que observando las mismas cosas cada persona puede ver algo diferente. En Verdadero o falso, se anima a los participantes a no aceptar todo sin pensar. En Hecho u opinión se trabaja que algunas opiniones pueden ser verdad para algunas personas, pero no para todas.

Con Todos menos yo los chavales descubren lo que quieren decir las generalizaciones. La sección Prejuicios invita a conocer su forma de generarse y cómo refutarlos. En El chivo expiatorio aprenden en qué consiste este mecanismo, y pueden depositar sus propias experiencias de haber sido «el matón», «el cómplice» o «el chivo expiatorio».

En Discriminación se integran las actividades anteriores para detectar las causas de los ejemplos discriminatorios. Finalmente, Periodistas es una invitación a seguir investigando y actuando en el entorno de su familia, su barrio o el colegio sobre el racismo y la xenofobia.

Juan Carlos Berasategui, coordinador de Asamblea de Cooperacion por la Paz en Navarra, explica que «la exposición se plantea como un circuito de juegos destinado a niños y niñas, pero sus contenidos son igualmente válidos para los padres». De hecho, añade «todos tendemos a generalizar, tenemos prejuicios hacia personas o grupos determinados y podemos acabar generando situaciones de discriminación en nuestro entorno».

« Vivimos en una sociedad cada vez más multicultural». comenta asimismo Berasategui. «La exposición anima entre otras cosas a considerar las diferencias como un enriquecimiento, en vez de fuente de conflictos».