Cuestión de tamaño

Diario Sur, 18-06-2006

LO único que tenemos pequeño es el precio, dice un anuncio que se acompaña de una foto en primer plano de un busto femenino (y no me refiero precisamente a la cara) de una joven (no tan pechugona, por cierto).

En otra modalidad igual de burda del anuncio aparece una foto de un tipo en camiseta, marcando músculo (¿Alguien piensa en un bíceps cuando se habla de la importancia del tamaño en la anatomía masculina?)

Una publicidad televisiva muestra a una mujer china disfrazada de piedra caminando por una carretera que dice – con la voz que pondría un español imitando a un chino – algo así: «A todo el mundo le molesta una china en el zapato, imagine una china en su ’palablisas’». A continuación un coche atropella a la china, aparece el nombre de una compañía de seguros y fin.

¿De verdad tienen gracia estas cosas? Está de moda hacer anuncios que llamen la atención del receptor, pero hay que vender el producto sin mosquear al potencial comprador. Es como si un orador pretende captar la atención de una audiencia hurgándose la nariz.

Por suerte la imaginación no se ha terminado. El primer certamen Artístico de creatividad publicitaria ha premiado spots como ‘Ecuatoriano’ – en el que un inmigrante escribe a sus padres y les cuenta una situación que se contrapone con una realidad muy distinta que muestran las imágenes, para terminar con que pertenece al mejor club del mundo, el Atlético de Madrid. ‘El corazón tiene razones que la razón desconoce’, es el lema – . También ha sido galardonado ‘Pancho’, que muestra con humor la historia de un perro que desaparece con un premio de su dueño. Ambos anuncios, junto con otros 36 seleccionados, serán expuestos en el Museo Reina Sofía.

Volviendo al principio, lo que debería decir la publicidad de los torsos es: «lo único que tenemos pequeño es el cerebro».

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