Hallan los cadáveres de tres hombres asesinados a tiros y semienterrados en Girona
El Mundo, 18-06-2006Semidesnudos y prácticamente carbonizados.Así encontraron ayer los Mossos d’Esquadra los cadáveres de tres varones extranjeros. Estaban enterrados junto a una casa situada en las afueras de Sant Julià de Ramis, en Girona. Los homicidas los ejecutaron a tiros, probablemente la noche del viernes, y después los sepultaron bajo escombros y palés de madera en un hoyo. A primera hora de la mañana, los asesinos los incendiaron y huyeron poco antes de que llegaran los bomberos.
Fuentes del caso explicaron a EL MUNDO que los indicios apuntan a que el móvil del triple crimen es un ajuste de cuentas entre bandas. El cadáver de una de las víctimas lucía una cuerda que le ataba las manos a la espalda.
Respecto al origen de las víctimas, los policías encontraron entre los escombros documentación de un individuo de origen árabe, que podría pertenecer a uno de los fallecidos. También hallaron un pasaporte europeo, según explicaron fuentes de la investigación a este diario.
En la casa junto a la que fueron descubiertos los cadáveres vivían de alquiler desde hacía escasas semanas dos hombres y una mujer.El dueño del terreno es un vecino de Sant Julià de Ramis, que ayer fue informado de lo sucedido.
Los Mossos d’Esquadra, que se han hecho cargo de las pesquisas, buscaban anoche a los inquilinos, que como mínimo ayer eran los principales sospechosos. Las mismas fuentes señalaron que uno de los dos hombres es de nacionalidad lituana, mientras que el otro también podría ser de la Europa del Este. La mujer, que tiene dos niños con los que vivía en la finca, es de nacionalidad francesa. A pesar de que tras el hallazgo de los cuerpos se activó la operación jaula – se cerraron las salidas de la localidad – los sospechosos no fueron localizados. La policía catalana también dio aviso a los aeropuertos del suceso para tratar de evitar que los homicidas pudieran huir.
Los investigadores preguntaron durante el día de ayer a vecinos de este municipio por estos individiduos y, al parecer, los inquilinos habían estado viviendo con anterioridad en la población y desde hacía unas semanas habían alquilado la casa, que se encuentra junto a la autopista AP – 7, aislada y en mitad de una zona bosocosa.Sant Julià de Ramis es una pequeña localidad de apenas dos millares de habitantes y que se encuentra a escasos kilómetros de la ciudad de Girona.
Sobre las 6.30 horas de ayer, una patrulla de tráfico de la policía autonómica divisó un pequeño incendio. Los agentes avisaron a los bomberos, que se dirigieron al lugar y vieron que lo que estaba ardiendo era una pila de palés de madera y escombros amontonados.Tras las primeras tareas de extinción, comprobaron que este material estaba colocado encima de un hoyo, sin duda cavado para la ocasión, y que estaba tapando tres cadáveres.
Uno de los cuerpos tenía las manos atadas a la espalda, lo que es «un signo inequívoco de que fue ejecutado», según fuentes de la investigación. Los otros dos cadáveres estaban semidesnudos.A última hora de ayer aún no habían sido identificados, ya que estaban prácticamente carbonizados. De lo que los investigadores no tienen duda es de que el incendio fue provocado por los homicidas con la intención de no dejar rastro y ocultar pruebas.
Al descubrir los cuerpos sin vida los bomberos avisaron entonces a los Mossos d’Esquadra. En el interior de la casa, prefabricada, había signos de haberse librado un enfrentamiento a mano armada, por lo que los investigadores creen que el triple crimen se cometió en el interior de la vivienda y que los homicidas trasladaron los cadáveres y los semienterraron en una zona que se encuentra a escasos metros de la vivienda.
A media mañana de ayer, el juez de guardia de Girona se trasladó hasta la finca y procedió al levantamiento de los cadávares.Poco después, decretó el secreto de sumario. Los Mossos d’Esquadra esperan los resultados de las autopsias para conocer más detalles de los crímenes. No obstante, fuentes de la investigación confirmaron que «es casi seguro» que fueron abatidos a tiros. Aunque los inquilinos son los principales sospechosos, un portavoz de la policía catalana especificó que «no está descartada ninguna línea de investigación».
Un pequeño camino de tierra, junto a la autopista, lleva a la vivienda. Ayer tarde, la verja de entrada estaba acordonada.Junto a la puerta había un cartel advirtiendo de la presencia de perros, pero en el el interior del terreno sólo había agentes de los Mossos d’Esquadra trabajando en la escena del triple crimen.Uniformados y también de paisano, los policías examinaban cada rincón en busca de pistas que pudieran haberse dejado los homicidas.Sin embargo, fuentes del caso explicaron que los autores «parecen auténticos profesionales».
Los terrenos que rodean la casa estaban descuidados, pero no había signos de que la vivienda hubiera sido asaltada a la fuerza, lo que hace pensar a los investigadores que los asesinos y las víctimas se conocían o bien que los homicidas accedieron a la casa después de haberlos agredido.
De la casa, que tenía los porticones abiertos y las persianas levantas, no paraban ayer tarde de salir agentes de los Mossos.Alrededor de la vivienda hay un jardín con numerosas estatutillas y figuras de toda clase colocadas de forma irregular, además de restos de material para la construcción como sacos o bidones.
Aunque junto a la verja de entrada había un candado de bicicleta, que debía cerrar la puerta, el acceso a la casa no resulta nada complicado. Desde la autopista se puede saltar una valla de un metro escaso que da directamente a la casa. Tan sencillo es entrar como salir.
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