Rajoy visita el cuartel de Las Raíces, en Tenerife, que alberga a más de 1.300 inmigrantes, y pide contundencia contra las mafias El presidente del PP, Mariano Rajoy, visitó en la tarde de ayer el campamento militar de Las Raíces (Tenerife), habilitado como centro de internamiento de inmigrantes temporal, y que acoge a más de 1.300 sin papeles.

Rajoy había anunciado su visita antes de que Rodríguez Zapatero recibiera el pasado miércoles – después de más de un mes de espera – al jefe del Ejecutivo canario, Adán Martín, para tratar el fenómeno de la inmigración irregular. El presidente tiene prevista también esta visita, pero será en el mes de julio, aunque Rajoy declaró ayer que debería realizarla cuanto antes «para tranquilizar a la gente y porque es su obligación».

«Tienen un trato digno, aunque todo es mejorable», subrayó Rajoy tras hablar con los internos de Las Raíces. «Se les atiende desde todos los puntos de vista y felicito a las Fuerzas de Seguridad y al Ejército por su enorme esfuerzo para hacer frente a este fenómeno», dijo, al tiempo que insistió en que el Gobierno debe dejar claro que «la capacidad de acogida no es ilimitada».

Rajoy exigió al Gobierno que diga «la verdad con claridad» y que sea «más contundente contra las mafias, porque aquí no llega gente que vive sólo en el continente africano, sino que llegan también de Asia, dado que aquí se han instalado las mafias amparadas en un efecto llamada y en otros errores mayúsculos» sobre política migratoria.

«Frívolo»

Errores que desgranó durante la mañana en el primer acto de apoyo a José Manuel Soria como candidato del PP a la Presidencia de Canarias en las próximas elecciones. Rajoy tachó al Gobierno de «frívolo» e «irresponsable» por «improvisar» ante la inmigración irregular que llega al Archipiélago.

Según Rajoy, «hemos pasado del papeles para todos al todos a la calle», ya que tras la regularización masiva, el efecto llamada ha provocado un movimiento mayor de las mafias que trafican con seres humanos. Tan sólo en Canarias, el número de inmigrantes llegados en los primeros meses del año ascienda a más de 10.300, batiendo todos los récords conocidos hasta ahora.

Inmigrantes que, en su mayoría, pasan los 40 días de internamiento que obliga la ley en un centro de retención y que son enviados a la Península ante la imposibilidad de ser repatriados. Nada que ver con la inmigración legal «que ha venido a España y ha contribuido al crecimiento de nuestro país», dijo Rajoy, quien se mostró orgulloso de ello «ya que somos un país de emigrantes».

Sin embargo, el líder del PP aseguró que se corre el riesgo «de que una historia positiva se convierta en el futuro en una enorme tragedia». «España es el país de Europa que recibe más personas de fuera, y el segundo país del mundo, después de EEUU; y es el segundo país de Europa en número de extranjeros tras Alemania», insistió Rajoy.