El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, pidió ayer que se agilice el traslado de los migrantes al continente europeo porque las Islas Canarias «no debe convertirse en una cárcel» para las personas que alcanzan sus costas en cayucos o pateras.

Morales hizo estas declaraciones al término de su visita al muelle de Arguineguín (Mogán). En ese momento, todavía permanecían 222 migrantes a la espera de ser reubicados en espacios alojativos igual que el resto de sus compañeros que empezaron a salir la noche anterior.

HASTA BALEARES
Conejera
La Guardia Civil interceptó a 15 migrantes llegados en patera a Conejera y antes, otros 13 hombres.
Kayak
Se ha producido otro rescate en aguas del Estrecho, en este caso de tres inmigrantes a bordo de un kayak.
Lesbos
Partidos, ayuntamientos y Cataluña pidieron ayer al Gobierno y a la Unión Europea que actúen para poner fin a la situación que miles de inmigrantes padecen en la isla de Lesbos, en Grecia.
No obstante, el presidente del cabildo afirmó que la solución no es trasladarles de manera provisional a diferentes instalaciones de la isla, sino facilitar que puedan salir de Canarias a península y Europa.

Salvamento Marítimo rescató a 57 inmigrantes que iban a bordo de un cayuco, a 8 millas náuticas del sur de Gran Canaria

Como se ha cuestionado, se pueden habilitar más hoteles, pero cuando empiece la temporada de invierno «¿qué hacemos?», se preguntó, por lo que entiende que hay que habilitar instalaciones militares para la estancia de los migrantes en la isla y permitirles, además, «ir al continente europeo».

«Podemos seguir buscando y alojando, pero ¿hasta cuándo?», insistió el presidente insular. A su juicio, lo preciso es que «se posibilite el traslado de estas personas», porque «es lo que ellos mismos también demandan, llegar a Europa, trabajar y alcanzar los lugares donde tienen familiares y amigos».

El máximo responsable del cabildo ahondó en que «no queremos que Gran Canaria sea una cárcel para ellos» y es que, «cerrado el corredor del Mediterráneo solo queda esta ruta, la más peligrosa, pero ahora mismo la única», señaló.

Lo previsible es que en el futuro «sigan llegando», advirtió, por lo que pidió que se mejoren «los sistemas de detección de esas embarcaciones porque hay una parte de la isla donde no funciona». También consideró como «absolutamente necesario» la coordinación entre los ministerios del Gobierno central.

A su juicio, en este momento es necesario que «se generen las medidas para trasladar a estas personas al continente europeo» y evitar con ello que se repita el drama de Moria (Grecia), donde se hacinan 13.000 personas. «Este drama que no puede reproducirse» en la isla, subrayó.

Antonio Morales reclamó a las administraciones «más coordinación, transparencia e información para remar en el mismo sentido», con un «trabajo compartido» que permita «alejarnos del rechazo, alarma social y miedo», que lleva a «la utilización de grupos de la xenofobia y el racismo por grupos de extrema derecha».

Por su parte, la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, coincidió en la necesidad de permitir a los migrantes que sigan su camino porque «su expectativa es no quedarse en España».

El mismo día en que se hacían estas declaraciones, Salvamento Marítimo tuvo que volver a rescatar un cayuco a 8 millas náuticas del sur de Gran Canaria, en el que navegaban 57 inmigrantes, todos hombres de origen subsahariano y en aparente buen estado físico.

El Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil detectó la embarcación sobre las cuatro de la tarde, a unas 10 millas de la costa grancanaria, por lo que Salvamento pudo activar el servicio con la Salvamar Menkalinán. El barco puso rumbo hacia el puerto de Arguineguín donde atracó para que los inmigrantes fueran atendidos.