Murcia está viviendo un crecimiento demográfico sin precedentes, con el consiguiente aumento de la presión asistencial. El tirón viene de la mano de la inmigración, que ha pasado de representar el 2% de la población de la Región a constituir el 12,3% en 2005. Además, el plan Es+salud recuerda que «las necesidades sanitarias vinculadas al turismo han de tenerse en cuenta». No en vano, los turistas representan en agosto el 40% de la población estable de la Región.

El Gobierno regional ha echado mano reiteradamente de esta situación para exigir al Gobierno central un aumento de las aportaciones monetarias que llegan del fondo para la financiación de la sanidad. La consejera Herranz aseguró ayer que esta financiación debe adecuarse «a los 200.000 nuevos murcianos desde 1999» y denunció que Murcia sólo ha recibido «15 millones de euros de los 200 que nos corresponden por ese aumento de población».

Sin embargo, la consejera moduló el mensaje habitual al subrayar que la nueva población con que cuenta la Región ayuda a costear la sanidad, porque «los ciudadanos pagan impuestos y los turistas consumen y pagan IVA, y de ahí se financia la sanidad». El aumento demográfico «también tiene consecuencias positivas para la sanidad», concluyó. Por su parte, Ramón Luis Valcárcel advirtió de los retos «por el aumento de la presión asistencial». El presidente de CROEM, Miguel de Toro, firmó también el plan junto a los secretarios generales de Comisiones Obreras y UGT, José Luis Romero y Antonio López Baños, que exigieron que el plan implique un reforzamiento de la sanidad pública. También estamparon su firma los secretarios generales de las asociaciones de consumidores UCE y Thader. El representante de esta última organización, Jesús Artero, aseguró que será un «plan observado», y prometió que vigilarán que «la reducción en las demoras sea real, y que desaparezcan las camas en los pasillos».