El incendio de Moria reaviva la exigencia de una nueva política migratoria común en la UE

Merkel y Macron instan a acoger a los menores del campo de refugiados de Lesbos, que estaba en una situación «inaceptable», admite ahora la Comisión

Diario Vasco, DARÍO MENOR Corresponsal. Roma, 11-09-2020

Lo sucedido en Moria no puede repetirse. Tanto los cerca de 13.000 refugiados e inmigrantes que malvivían en el campamento ubicado en Lesbos como los habitantes de esta isla griega, situada a 10 kilómetros de las costas turcas, coinciden en que no debe volver a levantarse la maraña de tiendas y contenedores que acogía a los desplazados, reducida a cenizas después de una serie de incendios desatados desde la noche del martes y que continuaron este jueves. También las oenegés, que llevan años denunciando el hacinamiento y desesperación entre los habitantes de Moria, piden un cambio en la acogida a estas personas, algo a lo que por fin parece que podría estar dispuesta la Unión Europea. «Creo que debemos evacuar a la gente fuera de Lesbos. No veo cómo sería posible encontrar condiciones de vida adecuadas en estas circunstancias», comentó la comisaria de Interior, Ylva Johansson, que reconoció que los extranjeros vivían en condiciones «inaceptables».

Pese a sus palabras esperanzadoras, los inmigrantes y refugiados siguen en el «limbo» al que se refirió Johansson. La situación sólo ha cambiado para los 406 menores no acompañados que han sido evacuados desde Lesbos hasta el norte de Grecia y de los que ahora se harán cargo otros países europeos. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, acordaron este jueves proponer a la UE un plan para repartirse a estos niños y adolescentes. Son los afortunados que por fin han podido salir de Moria, pero constituyen una exigua minoría. Tras haber perdido en los fuegos sus pocas pertenencias, el resto de habitantes del campamento se han visto obligados a dormir desde el martes al raso a la espera de que las autoridades griegas organicen la acogida. Alrededor de un millar de personas, consideradas las más vulnerables, serán ubicadas a bordo de tres naves enviadas a la isla, mientras que el resto, en principio, está previsto que duerman bajo unas carpas a la espera de que, a medio plazo, se levante un nuevo centro de recepción.

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