«Mi hijo se despierta en mitad de la noche, habla solo y cree que sigue secuestrado»

La Verdad, 17-06-2006

«A veces, todavía en mitad de la noche se despierta y piensa que sigue estando secuestrado. Habla solo y le da vueltas a las cosas». Así relataba ayer Antonio Hernández cómo está viviendo su hijo las jornadas posteriores al rescate al que fue sometido el pasado lunes, antes de que su padre pagara 50.000 euros (que aún no han sido hallados por la policía) por que le liberaran en la cercana Avileses.

«Está pasando unas noches difíciles. Cuando se acuesta y se queda tranquilo, le vienen a la cabeza imágenes. Pero poco a poco está recuperándose y toda la familia le apoyamos», explicó el empresario de Torre Pacheco en la manifestación celebrada anoche en el pueblo para exigir el aumento del número de agentes policiales.

¿Cómo está él mismo? «Ya he empezado a trabajar y casi no me da tiempo a pensar. Y mucho mejor», confesó Antonio, quien dijo sentirse «muy arropado» por los vecinos de su localidad.

Sin luchas políticas

La nueva oleada de robos que sufre la comarca de Cartagena ha creado una situación de inseguridad que los vecinos exigen que acabe al margen de luchas políticas. «Ni delegado del Gobierno, ni presidente de la Comunidad, ni alcaldes ni partidos ni nada. Aquí los políticos no pueden estar tirándose los trastos a la cabeza mientras vemos que incluso ya hay secuestros. No pueden jugar con la seguridad», pidió Luis.

«¿Dónde están las autoridades?», echó en falta otro vecino en mitad de la manifestación en la que las demandas de más «protección» y «seguridad» se mezclaron con gritos en favor de que la policía y la Justicia endurezcan las medidas contra la delincuencia.

Antes de la manifestación, grupos de inmigrantes magrebíes siguieron de lejos cómo la gente iba reuniéndose en el cruce de la calle Mayor y la Puerta del Sol. No hubo incidentes.

«Vamos a liar el melocotón», animó un joven a varios vecinos. «Hombre, hay que ser pacífico», le tranquilizó otro hombre de mediana edad. «Sí, pero es que ya hay mucho metío por aquí», le replicó aquél. «Para eso ya está la policía», confió el mayor.

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