Astenia Europea
Diario de Navarra, 17-06-2006Astenia Europea
LA Unión Europea atraviesa un largo período de astenia y observa el porvenir desde una acumulación de incertidumbres. Como su proyecto ambicioso de plenitud política se ha desmoronado, sus actuales líderes han decidido ganar tiempo en la cumbre de Bruselas, al no saber qué hacer con el futuro. La UE ha seguido el consejo inglés de que, en este tipo de circunstancias, lo urgente es esperar. Esperar a ver si Alemania tonifica su economía y su liderazgo, y Angela Merkel, dentro de año y medio, da un impulso sensato a esta comunidad de veinticinco países, no precisamente muy amalgamados. El presidente Zapatero ha considerado un éxito que se haya dado un salto cualitativo en el problema de la inmigración ilegal, al enfocarse a partir de ahora con visión global de toda la UE. Añadió el presidente español que la UE pretende asegurar una inmigración razonada, con reglas, y garantizar la máxima cooperación con los países de los que salen sus ciudadanos.
Se ha esforzado Zapatero por implicar a la cumbre en el problema migratorio que tan especialmente afecta a España, y en esa labor parece haber obtenido buenos resultados. Pero estos esfuerzos habrían sido innecesarios si el tratado Constitucional de la UE no hubiera naufragado en los referenda de Francia y Holanda. Esta cumbre de Bruselas ha improvisado medidas y colaboración para mitigar el problema inmigratorio, cuando el texto constitucional desairado por los holandeses y franceses ya planteaba acciones conjuntas en gran variedad de asuntos, la inmigración entre ellos.
Va a seguir reflexionando la UE sobre sí misma en general y sobre alguna forma de desbloquear el proceso constitucional paralizado en especial, con la debilísima ilusión de que en dos años, antes de que termine el 2008, se hayan disipado las incertidumbres, alguna al menos, y pueda funcionar el conjunto de los veinticinco países con solvencia política, financiera e institucional. Durante este largo período reflexivo se teme que Francia no vaya a representar el papel de pensador cartesiano de costumbre, lo que para el futuro europeo no es estimulante, especialmente porque la ampliación hacia diez nuevos socios del este ha desequilibrado en cierto modo la balanza anterior, y la pérdida de peso francés acentúa ese desequilibrio.
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