JAÉN, 3 (EUROPA PRESS)
Los seis vecinos de Jaén que se han sentado en el banquillo de la Audiencia de Jaén acusados de quedar por redes sociales para dar una paliza a tres inmigrantes a los que responsabilizaban de un robo a un anciano que no habían cometido han negado su participación en los hechos. Tan solo uno de ellos ha admitido haber mandado un audio organizando una quedada para “vengar” lo ocurrido, pero ha insistido en que lo hizo “sin mala intención” y que él no participó en nada.

De los seis acusados, algunos han reconocido haber estado en la plaza donde supuestamente se había quedado. Han señalado que los que estaban con los rostros ocultos era porque iban disfrazados por ser Halloween. En su inmensa mayoría han declarado haber estado con sus familias a la hora en la que ocurrieron los hechos.

Incluso el acusado que reconoció espontáneamente ante la Policía Nacional haber participado en la agresión armado con una catana, lo ha negado ante el tribunal y ha señalado que se limitó a hacerse una foto en la plaza y que luego se fue a su casa. Sobre la catana ha señalado que formaba parte del disfraz y que ni tan siquiera se podía desenfundar porque estaba “estropeada”.

Los hechos se remontan al 31 de octubre de 2018, cuando, según informó en su día la Policía Nacional, unas 15 personas decidieron tomarse la justicia por su mano organizando por redes sociales la citada agresión. Para ello, acudieron a la llamada con los rostros tapados y armados con palos y armas blancas.

Todos ellos se dirigieron hasta el edificio en construcción donde vivía la víctima juntos con otros dos inmigrantes más para ajusticiar a quienes consideraban responsables del robo con violencia que en plena calle había sufrido un anciano. De hecho, este anciano denunció en la Comisaría haber sido víctima de un robo y una agresión por parte de dos jóvenes, al parecer magrebíes.

Un grupo de vecinos del barrio jiennense del Polígono del Valle fueron convocados supuestamente por uno de los acusados para acudir en fecha y hora determinada mediante un audio en la red social WhatsApp con el fin de “vengar” la afrenta a uno de sus vecinos.

Las víctimas solían pernoctar en una obra de un edificio abandonado, cuando presuntamente, según informó la Policía Nacional, “fueron sorprendidos por más de 15 personas vestidas de negro, ocultando su rostro con máscaras y pasamontañas, con el fin de dificultar su posterior identificación y que al grito de ‘fuera moros’, supuestamente se ensañaron con la víctima, saliendo huyendo sus dos amigos”.

Del total de participantes en la agresión, la Policía acabó identificando y deteniendo a seis personas que son las que se han sentado sientan en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Jaén como presuntos autores de la agresión.

Por su parte, dos de las víctimas han señalado que un poco antes de la agresión pasaron por la plaza y vieron a un numeroso número de personas que se les quedaban mirando. Después se produjo la agresión sin que pudieran identificar al total de participantes al llevar los rostros tapados y no haber luz ya que la agresión se llevó a cabo sobre las 23,00 horas.

El que resultó con las lesiones más graves y que sufrió la amputación una falange de un dedo de la mano izquierda se ha ratificado en que al único agresor que reconoció fue el que el grabó el audio organizando la quedada puesto que la voz era la misma de la persona que llevaba la voz cantante mientras recibía múltiples golpes.

Según recoge el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación provisional al que ha accedido Europa Press, uno de los jóvenes inmigrantes sufrió policontusiones en el rostro y una fractura abierta de un dedo de la mano izquierda que acabó en amputación de una falange. Los otros dos también sufrieron diversos traumatismos por los golpes recibidos.

El Ministerio Fiscal ha calificado los hechos como un delito de lesiones y otros dos delitos leves de lesiones por los que reclama penas de entre cuatro y cinco años de cárcel para los seis acusados, dos de ellos con el agravante de reincidencia, y multas de 1.200 euros.

Además, en concepto de responsabilidad civil, Fiscalía les reclama que indemnicen a la víctima principal en 3.200 euros, así como en 750 y 360 euros para los otros dos inmigrantes que también resultaron heridos durante la agresión.

Por su parte, la acusación particular coincide con Fiscalía en la petición de penas de prisión para los seis acusados, pero eleva la responsabilidad civil a 10.000 euros para la víctima que sufrió la pérdida de la falange.

Todas las defensas han pedido la libre absolución de los detenidos por considerar entre otras cuestiones que no hay pruebas “claras ni contundentes” contra los acusados, que las penas que se piden son “desproporcionadas” y que la investigación policial ha sido “deficitaria, anómala y poco ilustrativa”.

El juicio ha quedado visto para sentencia.