Un informe de Intermón Oxfam denuncia que superamos a Gran Bretaña, Francia y EEUU – La ONG reclama más transparencia y control El número de aficionados a la caza y al tiro al blanco deportivo es espectacular en Ghana a tenor del volumen de municiones que importa desde España para sus 20 millones de habitantes. Nuestro país es el primer exportador mundial de balas al Africa subsahariana y Ghana es el principal cliente, según denuncia el último informe de Intermón Oxfam.

Esta ONG asegura, en el documento Municiones: el combustible de los conflictos, que cada día se fabrican en el mundo 38 millones de cartuchos, pero se desconoce dónde va a parar el 83% porque los exportadores no lo especifican en sus transacciones comerciales.

En el caso de España, las exportaciones suponen 8,7 millones de euros al año, un negocio en el que adelantamos a potencias como Gran Bretaña o Francia. En el caso del Africa negra, incluso superamos a Estados Unidos, aunque en la suma global ese país envía fuera de sus fronteras cada año 110 millones de euros para cargar armas de fuego.

Sólo a Ghana, las empresas españolas enviaron balas, cartuchos y otros materiales similares por valor de 3,6 millones de euros en el año 2004. En total, 37 millones de piezas, según los datos de la ONG. «Las autoridades argumentan que no es material militar porque se trata de munición deportiva y de caza, pero si acaba con un león o un elefante, ¿por qué no va a matar a un niño?», se pregunta Ricardo Magán, responsable de la campaña Armas bajo Control de Intermón Oxfam. «Además dudo de que haya muchos interesados en el tiro al blanco en Ghana, que por cierto hace frontera con Costa de Marfil [en guerra civil desde hace cuatro años]», añade.

Magán también recuerda que durante la guerra civil en Liberia, en junio de 2003, «los combates se reanudaron cuando llegó un nuevo cargamento de cartuchos que causó miles de muertes».

Esta ONG lleva mucho tiempo exigiendo que se contabilicen estas exportaciones como «material de doble uso: militar y civil» para que puedan controlarse. «La respuesta es siempre igual: que no es necesario», afirma Magán. Intermón Oxfam reclama ahora que en la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Armas Ligeras, el Gobierno de Zapatero impulse una normativa que cambie la situación y facilite la transparencia en este peligroso comercio.