Madrid / Bruselas – La Policía está a la expectativa ante la llegada a
Canarias en la última semana de pateras procedentes de Marruecos, lo que
ha despertado la sospecha de que pudiera reabrirse alguna antigua ruta de
la inmigración irregular. El caso ha llamado la atención después de que en
los últimos meses no se hayan detectado embarcaciones que partieran de
territorio alauí con destino las costas del Archipiélago y tan sólo en una
semana llegara una a la isla de Hierro, tres a Fuerteventura y otras
tantas a Gran Canaria, algunas de ellas no sólo con subsaharianos, también
con marroquíes.
   La Policía considera prematuro que puedan
sacarse conclusiones por el reducido número de embarcaciones de que se
trata. Sin embargo, la tesis que se baraja es que algunos de estos
inmigrantes que se han lanzado a dar «el salto» a Canarias pudieran ser
parte de los que se quedaron en Marruecos ocultos entre la comunidad
subsahariana residente en Fez, Rabat y Casablanca que no lograron saltar
la valla y esquivaron las operaciones militares de rastreo y expulsión de
las autoridades alauitas. No obstante, Marruecos ha blindado sus fronteras
para demostrar que es un país capaz de controlar la inmigración cara a la
cumbre euroafricana del 10 de julio en Rabat.
   Una política común.
Mientras, Zapatero insistió ayer en Bruselas que se cree una política de
inmigración común. « A Zapatero se le identifica en la UE con la cuestión
de la inmigración». Así definió ayer el secretario de Estado para la UE,
Alberto Navarro, el empeño del presidente del Gobierno para que la
inmigración se tome en serio entre los Veinticinco. De hecho, el jefe del
Ejecutivo utilizó anoche su turno de palabra en la cena de los jefes de
Estado y de Gobierno que participan en la cumbre europea de Bruselas para
abordar esta cuestión, siempre desde un «planteamiento integral», un
análisis de los países de origen y destino y sin olvidar el fenómeno de la
integración.
   El hecho es que la insistencia de Zapatero y el
ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha dado sus frutos: un
capítulo en el proyecto de conclusiones del Consejo de la UE que dice que
el enfoque global de la migración «constituye una prioridad fundamental
para la Unión» y que los «acontecimientos recientes confirman esta
valoración». Y más aún, se cita explícitamente a las Islas Canarias y se
pide intensificar «los esfuerzos para establecer una cooperación marítima
operativa que permita desarrollar medios de vigilancia adecuados en las
fronteras marítimas y que se creen equipos de intervención fronteriza de
urgencia».
   Zapatero pretende, además, que la UE amplíe sus
acuerdos para la repatriación de inmigrantes ilegales, que en la
actualidad sólo existen con tres países: Rusia, Albania y Sri Lanka.
   Zapatero insistirá en la importancia de la Alianza de las Civilizaciones y
tratará de convencer a los líderes europeos para que se incluya una
mención al respecto en las conclusiones de la cumbre.