La Guardia Civil tiene datos fiables para pensar que delincuentes españoles se hacen pasar por extranjeros para confundir a los investigadores, aprovechando la oleada de robos en domiciliosde Catalunya. Este sería el caso, entre otros, del asalto con violencia sufrido el miércoles por una mujer en un chalet de Segur de Calafell, una urbanización de Calafell (Baix Penedès).
Tres hombres asaltaron una casa aislada de la Ronda de Sant Miquel, de Segur de Calafell, mientras la televisión emitía el partido de fútbol entre España y Ucrania. La propietaria salió al jardín porque le pareció ver a alguien y entonces aparecieron tres personas que, bajo amenazas, la obligaron a entrar en la casa.
Uno de ellos, el que parecía el jefe del grupo, se dirigió a la mujer en español, pero simulando ser extranjero. A la mujer le pareció que la entonación era forzada y muy ficticia.
Este extremo y el modo de operar de los asaltantes hace pensar a los investigadores de la Guardia Civil de El Vendrell que no se trata de las habituales bandas de extranjeros especialistas en robos silenciosos o con violencia.
En el caso de Segur de Calafell, los autores no actuaron de noche, no vestían de negro, ni llevaban botas militares, ni las herramientas habituales de los ladrones de chalets, que suelen ser ciudadanos de la Europa del Este.

HABITUALES DE LA ZONA
Fuentes de la investigación aseguraron a este diario que la hipótesis más plausible es que los autores sean delincuentes de la zona. “Creemos que no todos los robos son perpetrados por extranjeros, sino que hay delincuentes nacionales que aprovechan la oleada de silenciosos para actuar y tratar de confundirnos. Piensan que a río revuelto, ganancia de pescadores”, aseguró un investigador policial.
El propietario del chalet, situado entre Cunit y Calafell, es un conocido empresario que tiene una compañía de maquinaria en Cubelles (Garraf). Las fuentes consultadas aseguran que la familia afectada tenía una caja fuerte de buena seguridad porque solía guardar importantes sumas de dinero y joyas. El hombre se dedica al negocio de las excavaciones, alquiler de grúas y preparación de terrenos para la construcción.
Los asaltantes parecían saber que el empresario cobraba muchos trabajos en efectivo, así como que tenía caja de seguridad. Uno de los asaltantes condujo a la mujer hasta la caja y la obligó a facilitarle las llaves y la combinación. Como en un principio, puso objeciones, el ladrón la golpeó fuertemente en la espalda.
La mujer declaró que no llegó a ver el rostro de los tres asaltantes, pero fuentes próximas al caso aseguraron que ha aportado datos relevantes. En su inspección ocular, los agentes obtuvieron pistas que pueden ayudar a resolver el caso.
La agredida dijo que vestían camisetas de distintos colores: una blanca, otra roja y la tercera estampada o con dibujos. Todos llevaban guantes y pasamontañas negros.
Los vecinos de la Ronda de Sant Miquel de Segur no se percataron del asalto, pese a ser perpetrado a primera hora de la tarde. “En las urbanizaciones alejadas sí que debe de dar miedo vivir, pero aquí estamos bastante céntricos, no piensas que te pueda tocar tan de cerca”, dijo un vecino, informa Esther Celma.

SOLIDARIDAD
Otra mujer de la misma calle dijo: “Estamos un poco acostumbrados a los ladrones, pero a los que entran cuando no hay nadie. Creía que los de las capuchas ya se habían ido lejos”. Además de alarma, el caso ha conmocionado a la urbanización, ya que la familia asaltada es muy conocida y apreciada.