Cáritas destinó 4 millones en 2005 para atender a 15.000 personas
El delegado diocesano resalta «el incremento progresivo de la marginación por enfermedad mental»
El Correo, 16-06-2006Los centros de asistencia de Cáritas en Gipuzkoa destinaron un total de 4 millones de euros a atender a casi 15.000 personas durante 2005, para lo cual contaron con la ayuda de más de 1.000 voluntarios de cara a proporcionar «ayuda benéfica asistencial y atender las necesidades antropológicas de las distintas caras de la pobreza», según explicó ayer el delegado episcopal de Cáritas Diocesanas en el territorio histórico, Joserra Trebiño.
Trebiño compareció en San Sebastián junto al secretario general de la organización en Gipuzkoa, José Emilio de Lafuente, y el director de Cáritas, Juan Carlos Olano, para explicar el balance de su actividad durante el pasado año, en el que destacó «el incremento progresivo de la marginación por enfermedad mental», lo que lleva a plantearse como reto para 2006 «lograr una mayor atención sociosanitaria».
El delegado afirmó que Cáritas pretende «ser observatorio permanente de la realidad de la pobreza y cómo afecta a colectivos particulares», en especial «a los inmigrantes, enfermos mentales y gente sin recursos», y destacó que «la mujer es la nueva cara de la pobreza».
Inmigrantes
Por su parte, Olano destacó entre los proyectos realizados durante el pasado año el del centro de invierno Hotzaldi, la atención a inmigrantes y la cooperación internacional. Así explicó que en Hotzaldi, puesto en marcha hace dos años, se atendió en las noches del 15 de noviembre al 3 de marzo a «un total de 30 personas por día», con un total de 4.000 pernoctaciones y 120 ocupaciones, de las cuales «un 70% correspondió a inmigrantes, y un 30% a españoles, de los cuales un 7% fueron guipuzcoanos».
Por otra parte, en el centro de inmigrantes Laguntza Etxea de Intxaurrondo fueron atendidas 4.000 personas, de las que 1.000 fueron nuevas en el centro, lo que supone «una rotación importante», señaló. Además, «el 60% fueron hombres frente a un 40% de mujeres», y «la media de edad fue de entre 20 y 40 años, en su mayoría latinoamericanos y magrebíes».
También afirmó que se gestionaron cinco pisos de acogida transitorios en los que se recibió a unas 100 personas.
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