Bangkok, 4 ago (EFE).- La Policía de Malasia registró este martes las oficinas en Kuala Lumpur de Al Jazeera y confiscó dos ordenadores como parte de una investigación sobre un documental emitido por la cadena de televisión qatarí en el país que aborda el trato a los extranjeros indocumentados durante la pandemia.

La redada, de la que informó la propia cadena de noticias, se practicó después de que las autoridades de Malasia anunciaran que estaban investigando a Al Jazeera por sedición, difamación y violación de la ley malasia de Comunicación y Multimedia.

“Realizar una redada en nuestra oficina y confiscar ordenadores es una escalada preocupante en la represión de las autoridades contra la libertad de los medios y muestra las medidas que están dispuestos a tomar para tratar de intimidar a los periodistas”, denunció director gerente de Al Jazeera English, Giles Trendle, en un comunicado.

El documental, titulado “Locked Up in Malaysia’s Lockdown” (Encerrados durante el confinamiento en Malasia) y emitido el pasado 3 de julio, aborda la situación de inmigrantes indocumentados y refugiados tras las redadas contra esos colectivos emprendidas por la policía a principios del mes de mayo en una zona afectada por la COVID-19 de Kuala Lumpur.

Tras dichas redadas, los inmigrantes fueron encerrados en centros de detención, lo que fue denunciado por diversas ONG, como la malasia Tenaganita o HRW, que afirmaron que su encierro aumenta el riesgo de contagio.

Desde su emisión, el documental de Al Jazeera ha sido tachado de inexacto, engañoso e injusto por varios altos cargos del Gobierno y, según la agencia Bernama, la Policía ha recibido varias denuncias contra la cadena de televisión.

“Como organización mediática internacional, Al Jazeera debería dejar de emitir el documental y pedir perdón al pueblo de Malasia”, llegó a decir a principios de julio el ministro de Defensa, Ismail Sabri Yaakob, en una rueda de prensa.

El pasado 10 de julio, la Policía malasia interrogó a seis periodistas encargados de realizar el documental para investigar si habían cometido un posible delito de sedición, entre otros, y Al Jazeera se enfrenta a una posible acusación de haber filmado sus imágenes sin la licencia pertinente.

Además, la policía detuvo el pasado 24 de julio a Mohamed Rayhan Kabir, de 25 años, y se anunció su expulsión del país por sus comentarios críticos con el Gobierno en el documental producido y emitido por Al Jazeera.