No llega a los treinta años y, aunque tiene un semblante serio y es corpulento, su rostro refleja por momentos un nerviosismo difícil de contener. Julián –el nombre es ficticio– se levanta antes de que salga el sol para trabajar en el campo cada mañana. Él es uno de los más de cincuenta trabajadores de la empresa mazarronera Susaña y Collado que ayer fueron citados para someterse a una PCR en el Punto Covid, instalado en el centro de salud del municipio costero.

Aunque muchos fueron citados a las cuatro de la tarde, media hora antes ya se podía atisbar una larga cola de vecinos dispuestos a someterse al test. «Estamos muy nerviosos, porque tenemos miedo a dar positivo y a contagiar a nuestros familiares», explica Julián. Una de sus compañeras, natural de Ecuador, también muestra su preocupación. «Vivo con mi padre, que tiene problemas cardiacos. Si doy positivo y le he contagiado el coronavirus, no sé qué voy a hacer», asegura.

El foco en la empresa se detectó en el almacén, donde ya hay medio centenar de positivos. Sin embargo, ayer se sometieron a las pruebas los jornaleros del campo. «Ninguno de nosotros ha tenido el menor síntoma, aunque la verdad es que tampoco nos hemos hecho hasta hora el test», afirma a este diario otro jornalero, mientras un efectivo de seguridad marca el orden de la fila: «Vais a entrar de uno a uno, según el orden de llegada».

Una chica, tras una espera cercana a la hora, no puede aguantar los nervios. «Estoy deseando que mi test salga negativo, porque en mi familia hay varias personas vulnerables», dice. Según ha podido saber este diario, algunas de las personas que se sometieron ayer a la prueba conviven con empleados del almacén en el mismo piso. Los resultados de las PCR se entregarán hoy a los afectados.

Por su parte, el alcalde, el socialista Gaspar Miras, anunció ayer que la Consejería «controlará los edificios en los que se detecten casos positivos, así como zonas puntuales o incluso barrios». Añade que «muchos de los casos positivos, el 99%, son asintomáticos. Por ello, se van a llevar a cabo todas las pruebas que sean necesarias para cercar y frenar los contagios en Mazarrón. La idea es establecer un trazado de contactos directos y controlarlos».

Miras señala que «estamos en un punto de inflexión y es necesario tomar medidas drásticas para evitar la propagación del virus. La Consejería no descarta que el Punto Covid se convierta en itinerante o incluso que algunos días esté instalado en Puerto de Mazarrón». En relación al foco de infectados en la empresa agraria, Gaspar Miras apunta que «la mayoría de contagiados son personas inmigrantes con recursos económicos muy básicos. Y, si dejan de trabajar, tendrán necesidades, de ahí que estén implicados los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Mazarrón».

La Consejería de Salud explica que al Punto Covid podrán acudir «aquellas personas que hayan sido citadas por su médico para la realización de pruebas PCR, trabajadores de la empresa en la que se localizó el foco de contagios y los convivientes y contactos directos que aún no se hayan sometido a la prueba». Fuentes de Salud señalan que «será esta misma semana cuando los expertos y sanitarios comiencen a desplazarse hasta las casas de aquellas personas que por falta de medios no han podido personarse en el centro de salud para realizarse el test».