La Guardia Civil asestó ayer un duro golpe a las mafias que trafican con animales en el mercado negro de Cartagena tras detener a una banda de seis ciudadanos de origen magrebí, que habrían perpetrado, al menos, tres asaltos a otras tantas explotaciones ganaderas de Molinos Gallegos, La Aljorra y La Aparecida. En los ataques (el último ocurrió el lunes) habían sido robados casi un centenar y medio de corderos listos para ser sacrificados.

Los agentes sospechaban que el ganado sustraído iba destinado a una finca ubicada en un paraje situado muy cerca de una antigua fábrica de algodón de la diputación cartagenera de Santa Ana. Fue allí donde los delincuentes fueron sorprendidos, a primera hora de la mañana, por varias patrullas de la Guardia Civil.

Durante el desarrollo de la investigación, los agentes averiguaron que el jefe de la banda podría estar vinculado a actividades de tráfico de droga, por lo que controlaron el movimiento sospechoso de personas que acudían a la finca donde se hacinan decenas de inmigrantes, indicaron a La Verdad fuentes de la investigación.

No obstante, ante las quejas de los ganaderos del Campo de Cartagena y la voz de alarma emitida el martes por el presidente de la organización agraria Coag – Ir en Cartagena, Vicente Carrión, las pesquisas se intensificaron y la Guardia Civil adelantó a ayer el día definitivo en el que se debía decapitar la banda. Los seis detenidos – que vendían los corderos a sus compatriotas que poseen carnicerías por toda la comarca – presentaron mucha resistencia durante su arresto. Hoy prestarán declaración en los juzgados de Cartagena.