Desde que se extendió por la comarca del Campo de Cartagena el secuestro del niño de 12 años, la gran colonia de inmigrantes que reside y trabaja en la zona comenzó a preocuparse ante la posibilidad de que se produjera algún disturbio o se les atacara. Aunque pocos pensaron que corriera peligro su integridad física, muchos sí temieron los reproches de los vecinos de Torre Pacheco.

Desde el pasado martes hasta ayer, la mayoría de inmigrantes de esta localidad – donde casi ya superan en número a los españoles – condenaban el secuestro y pedían que la Guardia Civil resolviera cuanto antes la situación. Sin embargo, muchos se mostraban remisos a hacer públicos sus comentarios ante las cámaras.

Las declaraciones del alcalde de la localidad, Daniel García, quien advirtió de que en Pacheco la convivencia es posible y el suceso sólo era un caso aislado y controlado, ayudaron para calmar los nervios de los más exaltados.

El trasiego de medios de comunicación, que enviaron al municipio a casi dos docenas de periodistas, también turbó la tranquilidad de esta zona del Campo de Cartagena. Así, numerosos vecinos aprovecharon la oportunidad que les brindaban los medios para conocer en primera persona cómo se resolvía la situación o seguir desde los distintos escenarios de los hechos cómo andaban las investigaciones. Tres días después, la normalidad comenzó ayer por la tarde a llegar a esta población.