Condenado a 12,5 años de prisión por obligar a prostituirse a mujeres en un club de Tudela
Diario de Noticias, 15-06-2006PAMPLONA. Un ciudadano rumano ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Navarra a doce años y medio de prisión como autor responsable de un delito de inmigración ilegal y de tres más por obligar a tres compatriotas a ejercer la prostitución en varios locales de alternes de Navarra y Aragón.
Además, la Sección Primera de la Audiencia Provincial, que absuelve a dos acusados, también de nacionalidad rumana, impone a Ion G.T., una multa de 2.160 euros y el pago de 18.000 euros a cada una de las tres mujeres en concepto de indemnización.
La sentencia relata que una de las mujeres contactó con un compatriota quien le ofreció la posibilidad de trasladarse a España para trabajar como camarera, y, como su situación económica no era muy buena, aceptó, por lo que el hombre le entregó dinero para poder realizar el viaje en autobús hasta Zaragoza.
Una vez en la capital aragonesa, en el mes de marzo de 2004, la mujer fue trasladada a un piso, donde le esperaba el procesado, quien le indicó que tenía que trabajar en un club ejerciendo la prostitución hasta pagarle la deuda que había contraído, a lo que ella se negó.
Ante la negativa, el acusado le dio una bofetada al tiempo que le decía que tendría que trabajar un mínimo de un año, además de amenazarla con matar a su familia en Rumanía si no lo hacía, tras lo que la trasladó al club de alterne Tatio situado en Tudela.
La chica estuvo en el citado local ejerciendo la prostitución durante alrededor de un mes, hasta que el día 5 de abril por la tarde decidió marcharse del local, paró un vehículo a cuyo conductor pidió la llevara a la Guardia Civil para denunciar los hechos.
Las otras dos mujeres, que declararon como testigos protegidos durante la vista oral, al igual que la primera, llegaron, una a Zaragoza y la otra a Barcelona, con la idea de que venía a trabajar como camareras o señoras de compañía, si bien, una vez trasladadas a la vivienda de la capital aragonesa, el acusado las informaba de lo que realmente tenían que hacer.
Otra de las mujeres, todas ellas de nacionalidad rumana, llegó a España a través de Barcelona, de donde fue traslada hasta Zaragoza y de allí a un club situado en una localidad cercana a la capital navarra, desde el que fue llevada posteriormente al de Tudela. Las tres mujeres consiguieron ponerse, a través de diferentes métodos, en contacto con agentes de la Guardia Civil, a quienes relataron la situación en la que vivían >EFE
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