Un total de 58 inmigrantes llegados en las dos últimas pateras, entre ellos tres niños, estuvieron todo el día de ayer esperando en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria) a que se les asignara el lugar donde permanecerán la cuarentena prevista por el Ministerio de Sanidad en los protocolos de prevención del coronavirus.

Según los servicios de emergencias, a las seis de la tarde de ayer seguían en el citado puerto del municipio grancanario de Mogán los 28 hombres de origen magrebí que habían llegado al muelle a las 2.00 de la madrugada tras haber sido rescatados varias horas antes a 120 kilómetros de Gran Canaria por la Salvamar Menkalinan, de Salvamento Marítimo.

Y también permanecían allí en espera de un lugar donde ser alojados los 31 inmigrantes de origen subsahariano (26 hombres, dos mujeres y tres niños) a los que un pesquero remolcó al puerto tras encontrárselos a punto de llegar a la costa.

Desde hace meses, el Gobierno de Canarias realiza pruebas PCR a todos los inmigrantes que llegan a sus costas o son rescatados de pateras en aguas cercanas al archipiélago. Posteriormente todos pasan por un periodo de cuarentena o, en caso de ser positivos en coronavirus, quedan en aislamiento.

Pero el gran número de llegadas que se ha producido (el flujo de inmigrantes a 15 de julio supera en Canarias el de todo 2019) y las necesidades de habilitar espacios especiales para las cuarentenas están provocando problemas a las redes de acogida en varias islas, de manera singular a Gran Canaria y Fuerteventura.

Durante las primeras 72 horas, los inmigrantes quedan bajo tutela de las Fuerzas de Seguridad del Estado para las primeras tareas de filiación e interrogatorio, si procede. Sin embargo, en esos tres días ya no se utilizan las comisarías ni los dos CIE de Canarias (ambos cerrados desde el inicio de la pandemia), sino espacios asignados por la Delegación del Gobierno, generalmente con la colaboración con las administraciones canarias e incluso las Autoridades Portuarias).