No habrá traslado de los menores no acompañados de la Casa de Campo desde el centro de acogida del albergue juvenil Richard Schirrmann a otros recursos. Así lo confirmó el consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, tras mantener una reunión con el delegado de Gobierno, José Manuel Franco, y el concejal del distrito de Latina, Alberto Serrano, con los incidentes entre los menas y los vecinos como uno de los focos principales.

Pese a la carta enviada por el Ayuntamiento de Madrid y desvelada por EL MUNDO el pasado mes de junio pidiendo ese traslado de los menores a «un recurso habitacional más adecuado», el consejero no se muestra proclive a esa decisión. «Hay 66 chavales en este centro y los problemas se limitan a un número muy reducido. Estamos trabajando para buscar una solución», afirmó ayer Reyero según recoge Europa Press.

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Una respuesta similar a la que el consejero ya trasladó a la corporación municipal tras su misiva. Fuentes municipales indican a este diario que esa respuesta se redujo a «contar los programas que se siguen con los menores» y que desde Cibeles consideran «a todas luces insuficientes» debido a los robos y agresiones sufridos por los vecinos del barrio de Batán.

«Me gustaría que el consejero Reyero entendiera el problema que está habiendo en Batán», afirmó este martes el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, antes de pedir que se articule «un programa de actuaciones» ante «un problema real». De hecho, en caso de no producirse el traslado de estos menores, el regidor apostó por «medidas y programas» que permitan a los menas «estar ocupados para no estar en la calle» y así junto al refuerzo policial «encontrar soluciones para los problemas de convivencia».

El alcalde remarcó que esto no entra dentro de «un ejercicio de xenofobia o racismo» desde el Consistorio sino que simplemente se trata de «constatar que existe un problema» porque «los vecinos se están quejando» de que sufren robos y agresiones por parte de estos menores.

Unas manifestaciones por las que la líder autonómica de Vox, Rocío Monasterio, acusó al regidor de la capital de «caer una vez más en el buenismo progre» y de dejar «desprotegidos» a los vecinos de Batán. La portavoz de la formación de derecha radical sostuvo que en España se produce «un fallo institucional haciendo un efecto llamada a la inmigración ilegal» y pidió «la repatriación» de estos menores. «Los menas que no se puedan integrar en nuestra sociedad son menores que deben volver con sus padres y ser repatriados», concluyó