El brote de coronavirus detectado en un asentamiento irregular de inmigrantes africanos a las afueras de Albacete ha revelado las condiciones tercermundistas en las que malvivían estos inmigrantes . Sin agua potable y hacinados, trabajan eventualmente en el campo, en la recogida de ajo y cebolla, sin contratos, sin ser dados de alta en la Seguridad Social y cobrando por debajo del convenio colectivo del campo.

Su situación es la misma verano tras verano pero el brote de Covid-19 que ha afectado a 23 de ellos ha servido para que se conozca su vida y también para que el Ayuntamiento de Albacete les trasladara este martes a un lugar más digno: las instalaciones del Instituto Ferial de Albacete (IFAB). «Son víctimas de auténticas mafias que, mediante la figura del intermediario, les ponen al servicio de empresarios agrícolas sin cobrar el salario establecido en el convenio y con jornadas por encima de las legalmente establecidas», denuncia Juan Antonio Cuevas, secretario provincial de Industria en CC.OO. de Albacete.

«El problema de su alojamiento es algo que venimos denunciando año tras año y los empresarios agrícolas deberían estar obligados a dotarles de alojamientos en condiciones de habitabilidad. Son los mismos empresarios que en abril y mayo se quejaban amargamente de carecer de mano de obra suficiente dada la situación de limitación de movilidad por el estado de alarma», añade este sindicalista que también denuncia que «las condiciones sanitarias mínimas para prevenir contagios de Covid no se cumplen ni en los campos, ni en las naves, ni en los asentamientos».

Mano de obra barata
De la misma opinión es la ONG «Médicos del Mundo» que este martes denunció «las pésimas condiciones sociales y sanitarias de los asentamientos de inmigrantes en la ciudad de Albacete». Según su portavoz en Castilla-La Mancha, Idoia Ugarte, «esta pandemia se ha cebado con quienes malviven, personas que se utilizan como mano de obra barata pero que son excluidas del reconocimiento de sus derechos como seres humanos».

Según Médicos del Mundo, su hacinamiento ha propiciado el brote de coronavirus. Por ello, esta organización reclama un acceso universal al sistema sanitario y «el establecimiento de un protocolo de prevención y un sistema de monitoreo continuo de todas las personas de los asentamientos para garantizar un diagnóstico precoz del virus y atajar posibles rebrotes».