Solingen, símbolo de violencia racista

Alemania aún recuerda el incendio mortal en la famosa ciudad del acero, en el cual fallecieron dos mujeres y tres niñas de origen turco en un ataque de jóvenes neonazis

La Vanguardia, José Mateos Mariscal, 20-07-2020

Desde hace unos años podemos observar una forma más agresiva de racismo, no solamente en Alemania, sino también en España o en diversos países de Europa.

Desde la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989, Alemania, como el resto de Europa, se convirtió en receptora de una inmigración masiva. Un promedio de 150.000 refugiados e inmigrantes entraban al país cada año.

La mayoría tenían que depender de los servicios sociales, lo que unido al desempleo, provocó un recrudecimiento del racismo y la xenofobia.

De los siente millones de extranjeros que residen en Alemania, la mayoría son de nacionalidad turca. Muchos no se han integrado plenamente, puesto que ni siquiera hablan alemán, lo que los hace particularmente vulnerables a los ataques xenófobos.

El tierra alemanas, el colectivo de emigrantes recordamos aún el ataque xenófobo de Solingen, erigido en símbolo de violencia racista en nuestra época. Fallecieron dos mujeres y tres niñas turcas. Durante la madrugada del 30 de mayo de 1993, la casa de la familia Genc, de origen turco, ardió por completo.

Protesta en Berlín contra el racismo.
Protesta en Berlín contra el racismo. (DPA vía Europa Press / EP)
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En esta ciudad, la presencia de la comunidad turca es muy evidente. Uno de cada cinco habitantes es turco y muchos de ellos pertenecen ya a la tercera generación. La mayoría se vinculó laboralmente a las fábricas de utensilios de cocina de acero inoxidable. Y es que los cuchillos de Solingen, cuya tradición se remonta al siglo XIV, son reconocidos en todo el mundo.

Aquel crimen, cometido por jóvenes ultraderechistas, fue el peor de la postguerra. El edificio, ubicado en la calle Unteren Wernerstrasse 81, en el centro de la ciudad, quedó convertido en escombros. Una de las víctimas murió al saltar desde el piso superior, tratando de escapar de las llamas. Las otras murieron por asfixia, sus cuerpos fueron hallados calcinados. Otros catorce miembros de la familia, incluidos varios niños, resultaron heridos, algunos de consideración.

Participantes en una marcha ciclista contra el racismo en Berlín.
Participantes en una marcha ciclista contra el racismo en Berlín. (EP)
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Cuatro jóvenes de entre 18 y 25 años de edad fueron los autores del incendio. Y aquel incidente sumió a la sociedad alemana en el desconcierto y la vergüenza.

Si bien es cierto que la ultraderecha ha seguido creciendo en Alemania desde entonces, aquel ataque provocó que, en Solingen, surgiera un movimiento civil contra el racismo y el odio al inmigrante. En un primer momento, también desató las protestas de la comunidad turca en el país.

En octubre de 1995, aquellos cuatro jóvenes acusados de aquel incendio mortal, fueron declarados culpables y sentenciados a penas de entre 10 a 15 años de prisión.

Un oficial judicial en el juzgado de Magdeburgo, en un juicio por un ataque racista en la ciudad oriental de Halle,
Un oficial judicial en el juzgado de Magdeburgo, en un juicio por un ataque racista en la ciudad oriental de Halle, (JENS SCHLUETER / AFP)
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Los españoles que vivimos en el extranjero podemos enseñar mucho sobre el racismo. Cuando eres tú el inmigrante en un país desconocido es cuando verdaderamente te das cuenta de en qué consiste el odio al extranjero.

Es un veneno, que existe en la sociedad. Es bueno aprender el idioma y las costumbres del país que te acoge para enriquecerse mutuamente a través de la convivencia de culturas.

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