Dos hermanos marroquíes de 13 y 17 años fueron liberados ayer tras permanecer secuestrados unos 20 días por una banda de su misma nacionalidad que les retuvo cuando llegaron en una patera a las costas de Almería y reclamó a su familia 1.500 euros por cada uno de ellos para dejarlos con vida. Los adolescentes, que no hablan castellano, fueron localizados por la Guardia Civil a las nueve de la mañana, después de que quienes les custodiaban decidiesen soltarles de madrugada al estrecharse el cerco policial en torno al cortijo donde habían permanecido cautivos, según explicó el comisario de la Policía Nacional Juan Jesús Peñalver.

Los hermanos, que fueron trasladados al Hospital Torrecárdenas de Almería para someterles a una revisión, estuvieron ocho horas deambulando por caminos de invernaderos de la zona Cortijos de Marín, en La Mojonera, entre El Ejido y Roquetas de Mar. Los chavales pudieron por fin ponerse en contacto con un familiar gracias a un teléfono móvil que les proporcionó un inmigrante senegalés. La Policía Nacional desplegó entonces, en colaboración con la Policía Local de Vícar, un amplio operativo para peinar la zona de invernaderos. No tardaron en localizar a los dos chicos «muy desorientados y desnutridos», a quienes «no habían tratado demasiado bien» durante su cautiverio.

La operación, que continúa abierta, arrancó el pasado viernes cuando un tío de los secuestrados que vive en Toledo acudió a la comisaría de El Ejido para denunciar la desaparición de los dos hermanos, de la que tuvo conocimiento por una llamada de los padres desde Marruecos, con los que la banda se había puesto en contacto. Según el relato del comisario, la organización retuvo a los dos chicos hace algo menos de tres semanas, instantes después de haber llegado en patera a una playa almeriense.

Los engaños para granjearse su confianza pronto dieron paso a su abierta intención de retenerlos para extorsionar a la familia, a quien exigieron 1.500 euros por cada uno de ellos para dejarlos en libertad. Con el objetivo de rescatar a los niños «sin que sufrieran ninguna lesión», los agentes orientaron sus pesquisas a localizar a los miembros de la banda en el momento en que el tío procedía a pagar el rescate.

No fue hasta el martes por la mañana cuando los captores citaron a la familia en tres puntos diferentes de Almería, lo que complicó la búsqueda de los jóvenes. Finalmente, el punto de encuentro quedó establecido en un bar de Vícar.

Flecos pendientes

Antes de que se efectuara el intercambio de dinero, rebajado finalmente a 500 euros por cada uno de los menores, los agentes detuvieron en el interior del establecimiento a dos personas y a otras cuatro en las inmediaciones, que ofrecieron una fuerte resistencia a la autoridad, hasta el punto de romper un dedo a uno de los agentes.

Los detenidos, cuatro hombres y dos mujeres de nacionalidad marroquí de edades comprendidas entre los 27 y los 45 años, se negaron en todo momento a facilitar información para localizar a los chavales. De momento han sido puestos a disposición del Juzgado número 5 de El Ejido. El comisario Peñalver admitía ayer que quedan muchos flecos en la investigación, entre ellos determinar el lugar en el que los menores habían permanecido secuestrados y localizar a las personas que los custodiaron.

Sobre los dos menores, el comisario aseguró que quedarán bajo protección de la Junta de Andalucía, como establece la legislación vigente. La Policía investiga ahora si la banda está implicada en el secuestro de más adolescentes, víctimas asímismo de las mafias de la inmigración ilegal.