La Guardia Civil desmantela la banda que cobró 50.000 euros por liberar al niño secuestrado
La Verdad, 14-06-2006«Papá, tranquilo, dáles el dinero y me sueltan». Entre este consejo que el pequeño Iván dirigió por teléfono a su padre y el abrazo que fundió a ambos en un camino apartado de Avileses sucedieron exactamente siete llamadas, 50.000 euros y tres interminables horas. Iván, de 12 años, después de ser secuestrado por tres encapuchados el pasado lunes a mediodía en Torre Pacheco, fue puesto en libertad en la madrugada de ayer. Fue en un camino rural cerca de Balsicas. La familia, con la ayuda de amigos y del Ayuntamiento de la ciudad, pagó la mitad del rescate exigido, unos 50.000 euros. Concluían así 14 horas de cautiverio.
El asalto se produjo el lunes, poco antes de las 13.00 horas, en la barriada de San Antonio, donde tiene su sede la empresa Estructuras y Ferrallas El Molino S. L., junto al bar La Tinaja. La empresa cuenta con 52 trabajadores. Los secuestradores intentaron robar el dinero de las nóminas que Antonio Hernández Cuevas, padre de Iván, había sacado minutos antes del banco. En la oficina sólo se encontraba la esposa de Hernández y el menor, a quien decidieron secuestrar cuando la mujer les advirtió de que no tenía dinero. El niño no acudió ese día al colegio porque, según su familia, «le dolía el estómago». Varios vecinos testificaron después a la Guardia Civil que el pequeño «fue llevado en volandas y envuelto en una manta».
Los secuestradores robaron el teléfono móvil de Hernández, desde donde le llamaron para exigirle «el sobre marrón» a cambio del niño; «si no, lo matamos», le dijeron. El sobre, que Hernández nunca llegó a sacar de su vehículo, contenía los 20.000 euros para el pago de las nóminas.
Aunque la Guardia Civil pronto detuvo al dueño de la furgoneta, un hombre de etnia gitana, J.A.C.C., que estos días estaba bajo tratamiento médico, los agentes optaron por permitir primero la liberación del niño y luego actuar. Así, ayer, alrededor de las 15.00 horas, detuvieron a seis marroquíes y procedieron al registro de dos viviendas ubicadas en la calle Francisco Portela de Balsicas, un vía conocida por los vecinos como «de los gitanos». Se trata de los marroquíes J.R., de 25 años; E.M.R. de 20, (ambos cabecillas del grupo); A.J., de 32; M.J., de 31; H.B., de 31; y K.B, de 23. Las fuerzas de seguridad intentaron localizar el rescate que pagó la familia del niño y que aún no ha sido recuperado. Además, la Guardia Civil intervino teléfonos móviles y un automóvil Opel Kadet, propiedad de uno de los arrestados.
El pequeño regresó al cuartelillo para reconocer al propietario de la furgoneta, a quien señaló como uno de los autores del secuestro. El delegado del Gobierno, Ángel González, corroboró este extremo y aseguró que Iván había reconocido al detenido como «autor y contribuidor» del delito.
Durante el día, el menor acudió en dos ocasiones para aclarar más detalles a la Guardia Civil. Iván reveló a los agentes que lo trasladaron de casa en varias ocasiones, «una de ellas andando», que en todo momento lo trataron bien y que le dieron de comer y de beber. El pequeño fue sometido a un examen médico y recibió la atención de un psicólogo tras su liberación. Iván contó a los agentes que, durante las horas en que estuvo secuestrado, le llevaron «a una casa vieja que tenía cartones, donde había cuatro personas», y «a dos o tres casas más», adonde le trasladaban con «la cara tapada con un trapo».
El padre de Iván también aclaró que «tiene que haber habido un chivatazo de alguien de dentro, porque más o menos sabían los días de pago».
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