La pandemia de la COVID-19 ha provocado que la entrada ilegal de inmigrantes subsaharianos y marroquíes en Ceuta haya descendido en un 80 por ciento por la vía marítima y hasta en un 65 por ciento por la frontera terrestre.

Según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, a los que ha tenido acceso Efe, desde el 1 de enero hasta el 30 de junio, se ha registrado la entrada en la ciudad ceutí de 50 inmigrantes a bordo de nueve embarcaciones.

Esta cifra supone un considerable descenso en comparación con los seis primeros meses de 2019, cuando accedieron a la ciudad 254 inmigrantes en 29 embarcaciones, lo que supone un descenso del 80,3 por ciento en el número de personas y de un 69 por ciento en el de embarcaciones.

Por los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre que separan Ceuta de Marruecos han logrado entrar este año 179 inmigrantes , principalmente ocultos en el interior de dobles fondos de vehículos.

La cifra contrasta con los 522 inmigrantes que entraron entre enero y junio de 2019, es decir, un 65,7 por ciento menos.

Esta situación ha permitido que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) tenga plazas libres para acoger a nuevas personas al tener censados a unos 470 inmigrantes para una capacidad total de 512.

Los militares han estado durante algo más de dos meses colaborando con la Guardia Civil en las labores de control del perímetro fronterizo.