«Eskerrik asko Legazpi!»
Los senegaleses Maip, Mor, Ngagne y Ahmet narran su historia y agradecen la ayuda recibida del pueblo durante el confinamiento
Diario Vasco, , 02-07-2020El confinamiento también supuso un duro golpe para ellos. Dedicados a la venta ambulante, de la noche a la mañana se vieron en casa y sin ningún modo posible de ‘buscarse la vida’, algo que llevan haciendo prácticamente desde que llegaron al mundo en el lejano Senegal y que, precisamente, les trajo hasta Legazpi. Es la historia de Maip, Mor, Ngagne y Ahmet. Todos ellos proceden del mismo pueblo, Niomre, situado en la región de Louga, pero cada uno realizó un viaje diferente hasta aquí.
Las difíciles condiciones de vida en Niomre, la necesidad y las nulas posibilidades de prosperar hacia un futuro mejor allí donde se encontraban les hizo embarcarse en una travesía larga y de gran dureza. Una dureza que todavía asoma en sus rostros al hablar de ello, pero que pronto deja paso a una sonrisa al ser preguntados por Legazpi. «Tenemos suerte de haber llegado aquí», señala Maip, el primero de ellos en recalar en nuestra localidad hace dos años y seis meses. ¿Y por qué Legazpi? Maip explica que tenía familiares en la zona y que ese fue el motivo. Lo mismo ocurrió con Mor, Ngagne y Ahmet. Todos coinciden en señalar que la acogida de la gente del pueblo ha sido muy buena. «Jamás hemos recibido un mal gesto de nadie, sino todo lo contrario», agradecen. Además de dedicarse a la venta ambulante, son temporeros. Varios de ellos han estado recientemente en la recogida del tomate de Granada. Pasan varios meses fuera, pero siempre vuelven a Legazpi.
Solidaridad en el confinamiento
El estado de alarma complicó una situación ya de por sí apretada para estos cuatro jóvenes senegaleses y otros compañeros que, como ellos, viven de lo ganado en el día, sin ningún colchón económico para aguantar el tirón durante estos meses, ni la posibilidad de acceder a ninguna ayuda. Fue entonces cuando legazpiarras cercanos a ellos y conocedores de su historia se juntaron para ayudarles a través de la tómbola solidaria ‘Elkartasun pausoak’.
En el primer sorteo, sacaron un centenar de boletos. «El premio fue algo simbólico, un queso, sidra…», relatan las organizadoras.
En el segundo sorteo fueron más de 300 los boletos vendidos, entre los que se rifaron tres bonos de 50 euros para realizar compras en los comercios del pueblo y fomentar así el consumo local. A cada bono le acompañó una mascarilla solidaria, elaborada por uno de los jóvenes senegaleses, Mor. Este último cose muy bien y actualmente, confecciona mascarillas con una vieja máquina de coser que le regaló una vecina de la localidad conocedora de su destreza. Al inicio de esta labor tuvo, además, la ayuda de varias legazpiarras que le instruyeron en la materia. Dichas mascarillas se pueden adquirir al precio de 5 euros en diversos establecimientos como Lambroa, Hizkuntza, la panadería Maddi o el estanco de la calle.
El tercer y último sorteo se llevará a cabo este domingo, también con más de 300 boletos vendidos y tres bonos de 50 euros, a los que esta vez, acompañará el nuevo libro escrito por Mari Romero sobre la historia de un chico inmigrante, a través del que la escritora legazpiarra realiza un canto a la libertad por encima de cualquier frontera y narra una vida de lucha y esperanza.
Con el término del confinamiento se da por finalizada también esta tómbola, que ha permitido ayudar a Maip, Mor, Ngagne, Ahmet y a otros siete compañeros más en un momento tan extremo. «Menos mal a la gente de Legazpi, porque gracias a ella hemos tenido para comer, ha sido una ayuda muy importante para nosotros y nos sentimos muy afortunados por ello, eskerrik asko Legazpi!», transmiten.
(Puede haber caducado)