MADRID. La ONG Médicos del Mundo ha advertido sobre la proliferación de los problemas de salud mental entre la población inmigrante, especialmente depresión y estrés, al presentar ayer la décima edición de su informe anual sobre exclusión social, que incluye también el problema de la prostitución y las drogas. El caldo de cultivo de estas patologías se encuentra en las condiciones de trabajo, de higiene y habitabilidad.

Del capítulo dedicado a la inmigración, su presidenta, Teresa González, destacó también la feminización producida a lo largo de estos últimos 10 años entre el colectivo de inmigrantes que atiende su organización. De hecho, en los años 90, las mujeres representaban entre el 30 y el 35% de la población inmigrante y en el 2005, el 45%. En ciudades como Barcelona el porcentaje de hombres y mujeres es prácticamente igual, y en la inmigración procedente de Marruecos, las mujeres representan ya el 40%.

En total y durante el 2005, Médicos del Mundo atendió a 9.558 inmigrantes en las 9 comunidades autónomas donde tienen programas de asistencia socio sanitaria dirigidos a este colectivo que, en algunas ocasiones continúa teniendo problemas para obtener la tarjeta sanitaria. González indicó que el acceso a la salud por parte de los inmigrantes es «relativamente buena» en relación con otros países de la UE, y está muy ligado a los requisitos que los ayuntamientos exigen para empadronarse. Los inmigrantes que llegan a España siguen siendo jóvenes, sanos y con estudios.

Explotación sexual

En cuanto a la prostitución, Médicos del Mundo ha observado que son, en un 90%, inmigrantes, en su mayoría en situación irregular. El informe llama además la atención sobre la proliferación de las redes de tráfico de mujeres con fines de explotación sexual.

En su informe, Médicos del Mundo afirma que en 2004 el Instituto Nacional de Estadística señaló que el 6,7% de la población masculina de entre 18 y 49 años mantuvo relaciones con una prostituta. La mujer que ejerce la prostitución en España suele ser joven, y lo hace debido a una estructura familiar rota; maternidad sin pareja o abandono del compañero; dependencia de drogas; y/o víctima del tráfico. El informe destaca la situación de las mujeres del África subsahariana que no consiguen empadronarse porque son víctimas de las redes de explotación sexual.

En cuanto a las drogas, constata el aumento del consumo de drogas entre los más jóvenes, y sobre los nuevos patrones de consumo que llevan a abusar más de la cocaína o el cannabis, que de la heroína. También habla de un aumento del consumo de drogas por parte de mujeres, aunque el 83% de las personas que acudieron a los servicios de esta ONG en el 2005 fueron hombres. EFE