Los secuestros exprés en la Región han sido patrimonio, durante los últimos años, de bandas de extranjeros. Aunque no se suelen definir como tal, lo cierto es que se han conocido casos de marroquíes que se aprovechan de sus compatriotas recién llegados de manera irregular, a quienes secuestran a cambio de dinero.

Hace apenas unas semanas, dos ciudadanos magrebíes eran juzgados en la Audiencia Provincial de Murcia por un asunto de estas características. Por el momento no se ha publicado la sentencia.

Según apuntaba el Ministerio Fiscal en su relato de los hechos, un hombre había llegado en patera, de manera irregular, hasta las costas almerienses, y se había refugiado en una casa abandonada. De repente aparecieron dos personas desconocidas para él y le ofrecieron trasladarlo hasta Murcia bajo la promesa de que, una vez allí, llamarían a su hermano que vivía en Madrid para que fuera a recogerlo. Según declararon la víctima y el hermano, los acusados le pidieron 1.000 euros a cambio de liberar al joven marroquí.

Éste es un ejemplo de lo que viene sucediendo en la Región. Los secuestradores se aprovechan de la desorientación de los inmigrantes ilegales que acaban de llegar a un país extraño; no saben qué hacer, ni dónde dirigirse.

Los retienen en contra de su voluntad y piden a sus familiares – que normalmente residen en España – un rescate que no suele alcanzar una gran cifra. Así, muchos lo pagan y no denuncian ante la Policía.

Por otra parte, las cifras de los dos últimos años publicadas por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia en cuanto a este tipo de delitos son muy similares. En el año 2004, se registraron 37 casos de detención ilegal y en el 2005 fueron 35.