Secuestran al hijo de un empresario de Torre Pacheco y exigen 120.000 euros de rescate

Detienen a un marroquí y a un español mientras sigue la búsqueda de otros dos sospechosos, que huyeron con el niño tras arrebatárselo a su madre

La Verdad, 13-06-2006

Todo duró apenas unos minutos; pero fueron interminables y suficientes para cambiar la vida de varias familias e indignar a cuantos vecinos conocieron la noticia. Unos desconocidos secuestraron ayer en Torre Pacheco a un niño, de unos 10 años de edad, después de arrebatárselo a su madre en la oficina de una empresa de ferralla, propiedad de la familia.

Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía, cuando los secuestradores, que iban encapuchados, irrumpieron de repente en la oficina. La esposa del propietario, según fuentes de la investigación, se encontraba dentro con el pequeño, quien ayer no fue al colegio porque estaba enfermo. La oficina se encuentra en la carretera que une Torre Pacheco con Los Dolores de Pacheco, en una barriada tranquila pero muy cerca de las principales vías de comunicación del municipio. Las mismas fuentes aseguran que la mujer se resistió al asalto e intentó no entregarle a los ladrones el dinero que en ese momento había en el local. Al parecer, esa misma mañana el empresario había retirado de una sucursal bancaria una fuerte suma para pagar los salarios a sus empleados. Los secuestradores, según declaró después la familia, eran hombres y su habla denotaba su procedencia argelina o marroquí. El industrial contrata a menudo a trabajadores de estas nacionalidades.

Diversos datos apuntan a que el asalto estaba planeado y los cacos conocían el día y la hora exacta para cometerlo. Además, se da la circunstancia de que todos los comercios de la zona permanecían cerrados ayer lunes por la mañana, lo que impidió que alguien pudiera acudir a socorrer a la madre y a su hijo. Incluso un bar separado sólo por un tabique de la oficina asaltada no abrió sus puertas por descanso del personal. Los asaltantes, siempre según la versión de fuentes próximas a la familia, al comprobar que no podían hacerse con el dinero, decidieron secuestrar al pequeño y darse a la fuga en un furgón blanco, cuya matrícula fue anotada por un testigo, quien más tarde se la entregó a la Guardia Civil.

Los agentes pusieron en marcha el operativo de búsqueda y lograron detener a uno de los secuestradores. Conducía el furgón descrito por el testigo. El propietario del vehículo fue detenido a los pocas horas. Se trata de un hombre de etnia gitana, quien fue conducido al cuartel de la Guardia Civil. Sin embargo, los agentes no localizaron al niño y sospechaban que lo retenían otros dos secuestradores.

Largo interrogatorio

La Guardia Civil desplegó ayer varias patrullas para rastrear las inmediaciones de Torre Pacheco, el resto del Campo de Cartagena, Cabo de Palos, La Manga y otras localidades próximas. A medida que pasaban las horas, al cuartel de la Benemérita fueron acudiendo familiares y amigos del pequeño, quienes se interesaron por la marcha de las pesquisas.

La Guardia Civil interrogó durante horas a los detenidos en un intento de descubrir cuanto antes el paradero del niño. Al caer la tarde, los agentes todavía tomaban huellas en la empresa mientras toda la familia del niño aguardaba en el cuartelillo.

Al anochecer, los secuestradores se pusieron en contacto con la familia y el niño pudo hablar con su padre, a quien pidió que le llevase con él. Entretanto, los delincuentes exigieron el pago de 120.000 euros por liberar al pequeño y aclararon que en una llamada posterior le indicarían cómo y dónde se haría efectivo el pago.

Pasada la medianoche continuaba el rastreo por el Campo de Cartagena para descubrir dónde ocultaban al pequeño. Fuentes de la investigación advertían de que «es muy posible que no lo liberen hasta mañana [por hoy]».

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