El empleo es una de las principales herramientas contra la pobreza y la exclusión social, de ahí que desde Cruz Roja se lleve a cabo cada año un ambicioso plan de empleo destinado principalmente a inmigrantes y a personas con riesgo de exclusión social que carecen de trabajo e incluso no tienen la formación, ni el asesoramiento necesario para encontrarlo.

Todo el trabajo que realiza Cruz Roja en esta materia se articula a través de los Servicios Integrados de Empleo (SIE) desde los que se llevan a cabo, en colaboración con el tejido empresarial, diferentes programas de orientación, formación profesional e intermediación laboral.

En el primer cuatrimestre de este año ya se han beneficiado de este programa un total de 122 personas, aunque el objetivo «es alcanzar las 260 personas atendidas cuando acabe el año», comenta el presidente de la ONG, Juan Carlos García. De la cifra total, 120 han pasado por la fase de orientación; 20 por la de formación y valoración de sus niveles de capacitación; 82 han recibido formación prelaboral; 38 han sido preseleccionados para trabajar en empresas y 24 se han insertado en el mercado laboral.

El programa parte de un itinerario personalizado adecuado para cada uno de los individuos que solicita ayuda de Cruz Roja. Cada uno de estos itinerarios comprende cinco acciones diferenciadas: formación en habilidades sociales para el mercado de trabajo; intermediación laboral con el empresario con el objetivo de minimizar prejuicios y facilitar información sobre su situación; iniciativas de desarrollo empresarial; medidas de acompañamiento como apoyo de tipo social, legal y económico; y acciones de sensibilización con el empresariado y la población en general.

Balance de 2005

Las empresas del municipio juegan un papel fundamental en este tipo de actividades. Según comenta el presidente de Cruz Roja, el año pasado se llegó a entrar en contacto con 98 empresas locales de las cuáles al final cuarenta hicieron ofertas de trabajo.

Respecto a los resultados del programa en la edición de 2005, recibieron orientación 261 personas; se dio formación a 215; 86 fueron los preseleccionados; 131 los insertados; 7 fueron informados y asesorados en autoempleo aunque finalmente no se llevó a cabo ningún proyecto de autoempleo.

Del total de beneficiarios del plan de empleo de Cruz Roja en 2005, 42 fueron mujeres y 89 hombres. Algunos de los cursos de capacitación profesional que se llevan a cabo son de ayudante de cocina, soldadura, construcción y pintura. También se imparten talleres de prevención de riesgos laborales y habilidades sociales. La mayoría de las personas formadas y que se integran en el mercado laboral lo hacen en el sector de la hostelería o la construcción.