Libros que rompen prejuicios
El taller 'Literatura de mujeres del mundo' dedicado a la cultura china acerca a Ermua testimonios sobre las costumbres de este país milenario
El Correo, 13-06-2006El alma de la China contemporánea y de la China histórica, de su exotismo oculto y sugerente, es el fantástico mundo en el que se sumerge este mes el taller ‘Literatura de mujeres del mundo’ que organiza la Casa de la Mujer de Ermua y que finaliza hoy.
«La literatura es un medio de integración fantástico para acceder a otros mundos y ver que no somos tan diferentes», señala la filóloga Marina Santa Coloma, que cada martes da a conocer a sus alumnas temas como la dote, la explotación sexual, el infanticidio femenino, el vendado de los pies, el exilio o la inmigración.
En una sociedad cada vez más multicolor, Ermua ve cómo el colectivo chino se va haciendo un hueco en sus calles. «Nos sentimos un poco invadidos y tenemos miedos y ciertos recelos», asegura Marina Santa Coloma, que rompe tópicos y suscita la curiosidad de unas alumnas que devoran una media de dos libros por semana.
Para esta bilbaína de 42 años de edad existe un paralelismo entre la sociedad occidental y la china en cuanto a paradigmas de belleza. «A lo largo de nuestra historia nos hemos embutido en corsés, somos esclavas de las modas y de las dietas que tratan de responder a un estereotipo de belleza y esto no se aleja demasiado del vendado de los pies, una práctica que impresiona mucho a las mujeres occidentales», continúa.
Lectura obligada
Miembro del colectivo Skolástica de Bilbao, que dirige Josune Muñoz y en el que se trabaja la literatura realizada por mujeres a lo largo del mundo y de la historia, muestra en cada sesión libros escritos por autoras chinas, que reflejan en el momento justo el espíritu de una sociedad milenaria y patriarcal.
Un viaje desde la China imperial y sus recias costumbres hasta la maoísta y sus campos de reclutamiento.
Y todo ello a través de novelas como ‘El palanquín de las lágrimas’, de Chow Chig Lie; ‘Hija del río’ ,de Hong Ying; ‘El lago sin nombre’, de Diane Wei Liang; o ‘La muñeca de Pekín’, de Chun Sue.
El taller ofrece una literatura testimonial con pretensiones de denuncia, escrita en su mayoría desde el exilio y reflejo de las vivencias de varias generaciones de mujeres de una misma familia que enriquecen la historia y la literatura ‘per se’.
«La cultura china suele sorprender mucho por esa extraña mezcla de exotismo y modernidad», afirma Santa Coloma. Supone una manera acertada de dinamizar el hábito de lectura de las ermuarras y una forma de «redignificarte y concederle a tu tiempo la importancia que realmente merece porque al final las mujeres solemos priorizar las necesidades de los demás y perdemos de vista la obligatoriedad que tiene seguir leyendo y formándote», concluye.
‘Literatura de las mujeres del mundo’ se trata de un proyecto que insta a situarnos ante otras culturas a través de la literatura.
El pasado mes de marzo, se analizó la problemática de la cultura musulmana y queda abierta la posibilidad de conocer otros países cada día más próximos con el fenómeno migratorio.
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