El Ayuntamiento de Vitoria y la Asociación Colombia – Euskadi firmaron ayer un convenio de colaboración que se intuye como el primer paso importante para la puesta en marcha de la futura Casa de las Américas. Aún es pronto para determinar cuándo estará lista la sede de la comunidad latinoamericana, pero los colectivos implicados en el proyecto ya se han puesto manos a la obra. «Hemos creado un comité para diseñar las líneas directrices de la casa y la gente está muy ilusionada», dice el presidente de la Asociación Colombia – Euskadi, John Freddy Hernández. El Consistorio les cederá un local en el parque del Norte, que estará listo este mismo año.

– Son ya miles los sudamericanos empadronados en Vitoria. ¿Se hacía ya necesaria una sede como ésta?

– Es muy importante contar con un lugar como éste ya que permitirá que nos conozcan y también interrelacionarnos, conocer a los otros y ver que las diferencias no son tan radicales. Con estos proyectos podemos ir construyendo una nueva sociedad donde la tolerancia sea el valor supremo.

– ¿Será un lugar para calmar la morriña?

– Por supuesto. Será un lugar para sentirse como en casa, en el que poder disfrutar de nuestra tierra, de sus paisajes, de su música, de su gastronomía. En definitiva, de sus costumbres y tradiciones.

– Acaban de firmar un convenio con el Ayuntamiento para impulsar esta casa. Su integración en la ciudad parece completa.

– Poco a poco estamos viendo que ya formamos parte de todas las actividades que se organizan en la ciudad y queremos participar de ellas de manera aún más activa. Involucrarnos con Vitoria y que Vitoria también se involucre con nosotros.

– ¿Ha sido un camino llano o cuesta arriba?

– Como todo, tiene sus altibajos. La Prensa entiende en ocasiones la inmigración como un problema y ello puede generar reticencias en un primer momento. Pero, en el día a día, la relación y la aceptación son cada vez mayores.

Lugar de encuentro

– El alcalde asegura que Vitoria es una «ciudad de acogida». ¿Está de acuerdo?

– Sí. Es una ciudad que brinda muchas oportunidades a quienes llegamos de fuera y, por ello, cuando la gente llega aquí se queda. Es un claro síntoma de que Vitoria es una buena ciudad para vivir.

– Antes de poner definitivamente en marcha el proyecto, los colectivos latinoamericanos están llevando a cabo un intenso trabajo de campo. ¿En qué consiste?

– Hemos convocado a todas las asociaciones latinoamericanas para hacerles partícipes del proyecto. Además, hemos creado un comité, que se reúne cada 15 días, para diseñar el embrión de la futura casa. La gente está muy interesada y, sobre todo, muy ilusionada.

– ¿Y qué pide la gente?

– Ante todo, un lugar de encuentro en el que poder reunirse para festejar y compartir momentos importantes. Además, queremos dar cabida a la obra de pintores, poetas o escritores latinoamericanos que pasen por Vitoria.