Tribunales. El 7 de marzo de 2005 un camionero atropelló de madrugada a ocho guardias civiles que desmontaban un control en la A-1. Seis de los agentes fallecieron y otros dos resultaron heridos. El fiscal ha presentado su acusación
La Fiscalía pide 4 años al chóferde la autovía A1
El Mundo, 13-06-2006La Fiscalía de Madrid solicita cuatro años de prisión para Iulian Toader, el conductor rumano, de 32 años, que atropelló y mató a seis guardias civiles el 7 de marzo de 2005. Las víctimas desmontaban un control antiterrorista en el kilómetro 73,414 de la carretera A – 1.
El fiscal acusa a Iulian de seis delitos de homicidio por «imprudencia grave». Según el ministerio público, Iulian Toader trabajaba como conductor en una empresa propiedad de Angel Chavala Villamor y tenía permiso de conducir rumano valido para España «pero carecía de permiso de residencia y trabajo en nuestro país».
La Fiscalía también considera responsable civil a Angel Chavala Villamor y a la empresa Ballestas y Basculantes Martín, propietarios del camión, así como a la compañía de seguros. Igualmente solicita cerca de 45.000 euros en concepto de indemnizaciones por los daños causados en vehículos y carretera.
El 7 de marzo de 2005 Toader recibió de su jefe el encargo de que tenía que transportar un camión desde Torrelavega hasta Amurrio para cargar tubos que luego debería trasladar a Madrid donde debía llegar el día 8.
Después de viajar toda la noche en un autobús el conductor llegó a Torrelavega, al lugar donde debía de recoger el camión, pero no pudo entrar en el taller hasta las 08.30 horas, que fue cuando se abrió el garaje. Recogió la cabeza tractora y el remolque, pero no salió hasta las 16.22 horas. Durante el tiempo en el que permaneció en las instalaciones realizó tareas de mantenimiento del camión y posteriormente comió antes de partir.
El conductor llegó a Amurrio a las 18.16 horas y permaneció esperando a que cargaran el camión hasta las 20.34. El camión tenía un peso de 40.050 kilos, cuando el máximo permitido era 38.000 kilos. Empezó su viaje a las 21.08 «pese a ser consciente de que no se encontraba en condiciones para realizar el viaje, ya que no había dormido adecuadamente el día anterior puesto que lo pasó viajando en autobús… ni tampoco había descansado ni dormido a lo largo de día», según señala el escrito del fiscal.
«El acusado – prosigue el documento – conocía que el vehículo tractor carecía de tarjeta de transporte, y que el semirremolque no había pasado la ITV, así como que no funcionaban correctamente los frenos del semirremolque de las ruedas izquierdas del eje delantero y trasero, ni los de las ruedas derechas del eje trasero, tanto con el freno de pie como con el freno de mano, ya que tenía prisa por llegar a Madrid pronto para descargar la mañana siguiente y esperaba que al viajar de noche fuera más difícil toparse con un control de tráfico». El acusado llegó a detener el camión por tres veces tras sentirse cansado «no obstante lo cual siguió la marcha».
En el kilómetro 73 de la A – 1 se encontraba un dispositivo de control antiterrorista de la Guardia Civil con ocho agentes y cuatro vehículos oficiales aparcados en el arcén y en el carril de los vehículos lentos en sentido Madrid.
Todos los vehículos estaban con las luces de cruce y las azules de emergencia, así como con los intermitentes encendidos. Los agentes estaban desmontando el control a las tres de la mañana de un dispositivo que se veía aproximadamente desde una distancia de un kilómetro.
El fiscal asegura que debido al cansancio acumulado por la falta de descanso y de sueño, el acusado, que circulaba con el camión por el carril de los vehículos lentos a 82 kilómetros por hora, no prestó la atención y no vio las luces del dispositivo y al llegar a la altura del mismo se quedó dormido al volante y arrolló a los vehículos policiales, que fueron chocando unos contra otros y atropellando al mismo tiempo a los agentes que se encontraban en la vía entre los coches recogiendo el material del control.
Su versión de los hechos es la siguiente: salió en la madrugada del domingo en autobús hacia Torrelavega; por la mañana, no pudo recoger el camión nuevo que lo esperaba por problemas mecánicos; le entregaron un Daf que no había conducido nunca; tuvo que ponerlo a punto porque ni los neumáticos ni el remolque estaban en buenas condiciones; por la tarde, viajó a Bilbao para cargar 23 toneladas de ferralla; en el kilómetro 74 de la carretera de Burgos embistió a los cuatro vehículos; no vio las luces.
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