Si en el pasado las relaciones entre españoles y argelinos se circunscribieron a la conquista de ciudades (Orán) por parte de los primeros y al secuestro de escritores (Cervantes) por los segundos, en la actualidad se ha abierto un cauce de entendimiento (léase gaseoducto) entre ambos países. Sin embargo, las relaciones culturales siguen siendo escasas. Por esa razón, los ministerios de cultura de Argelia y España han programado la Semana Cultural Argelina, que se celebra desde ayer y hasta el próximo domingo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Como dijo ayer Ghaouti Benmoussat, ministro consejero de la embajada argelina en España, las actividades programadas pretenden «ampliar las buenas relaciones políticas y económicas que hay entre ambos países al mundo de la cultura». Además, se pretende que este acercamiento culmine con un encuentro entre la ministra de cultura española y su homóloga argelina.

Los asistentes a los actos de la Semana – todos gratuitos – podrán conocer las conexiones existentes entre las culturas de los dos países. Así, el equivalente argelino de la música clásica es la música andalusí, heredera de los sonidos creados por los musulmanes de la Península Ibérica que emigraron a Africa ante el avance de la Reconquista. Como explicó Rachib Guerbas, director de la Orquesta Nacional de Música Andalusí argelina, estos ritmos y melodías son «una parte de la cultura española ignorada por los españoles» y un «nexo de unión entre ambos países desde hace ocho siglos». Guerbas actuó ayer con su orquesta en la inauguración de la semana y hoy impartirá una conferencia a las 20:30.

‘Hip hop’ libre

Otra de las caras musicales de Argelia es el rapero Lofti, que hoy presenta en directo – secundado por el grupo Doble Kanon – «el rap más libre del mundo árabe», como él mismo definió el hip hop de Argelia. Según Lofti, Argelia está viviendo una «explosión cultural», de la que el hip hop es buen representante, debido a su capacidad para fusionar rasgos occidentales, como la lucha por la libertad de expresión y el empeño por mostrar la realidad social, con elementos típicos del país, como los ritmos andalusís y el Rai. Es precisamente dentro de este último estilo donde se encuadra la actuación, el jueves por la noche, de Houari Benchenet. Completa la oferta musical el jazz fusionado de Sinouj (mañana y el sábado) y los cantos populares de El Ferda (el viernes y el domingo.

En cuanto al cine, la muestra de películas que llega hasta el Círculo de Bellas Artes trata diferentes aspectos de la realidad social del país, aunque con especial atención a la guerra de la independencia contra Francia. Crónica de los años en llamas (Mohammed Lakhdar – Hamina, 1974), única película africana en ganar la palma de oro en Cannes, es el máximo representante de este tipo de cine. También se proyectarán El opio y el bastón (Ahmed Rachedi, 1969) y Bouamama (Benamer Bekhti, 1983), entre otros títulos.