Un marinero canario calificó de “sarcófago viviente” a la embarcación Treinta inmigrantes ilegales de nacionalidad china fueron detenidos a bordo de un pesquero que atracó el viernes por la noche en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. En la operación fueron detenidos también los dos tripulantes del “barco negrero”, que era esperado a su llegada por la Policía Nacional, al sospechar que podía transportar inmigrantes de forma irregular.


En un primer momento, fueron detenidos los dos tripulantes, cuya nacionalidad no se ha facilitado, y quince inmigrantes chinos. En un registro posterior de la nave, la policía localizó a los otros quince inmigrantes hacinados en la bodega. Los dos tripulantes han sido acusados de tráfico ilícito de seres humanos y el juzgado que instruye el caso ha decretado el secreto de sumario.


El barco es un arrastrero de unos 40 metros, oxidado y con aspecto destartalado. Ante la Autoridad Portuaria, los tripulantes identificaron el barco como “Liao Yu 806”, de bandera china, aunque en su casco figura el nombre de “Gberedou – 1”. El puerto de origen declarado de este barco era Monrovia, y los tripulantes pidieron permiso para atracar durante cuatro días para efectuar reparaciones en la nave. Tenían previsto partir después con rumbo a “alta mar”, una fórmula que se emplea habitualmente cuando no se quiere especificar el destino.


El aspecto exterior del barco, es de un gran deterioro, totalmente oxidado y destartalado, un “sarcófago flotante”, en opinión de un marinero que esta mañana observaba su estado en la dársena pesquera de Santa Cruz de Tenerife.


El delegado del Gobierno en Canarias desveló que la policía venía siguiendo la pista del barco y aseguró que la operación “no es fruto de la casualidad”.