Madrid – Los «vuelos solidarios» o «vuelos de la vergüenza», como también
se han llamado, tienen este año más actividad que nunca. En los últimos
seis meses han trasladado a la Península desde la «congestionada» Canarias
a 5.500 inmigrantes subsaharianos, 1.400 más que en todo el año pasado,
según datos facilitados por el Ministerio de Interior. De mantenerse el
mismo ritmo, el año se acabaría con cifras récord de traslados para
aliviar la llegada masiva de extranjeros africanos a las costas del
archipiélago. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que Canarias ha
recibido en seis meses más de 7.500 inmigrantes, 2.700 más que en todo el
año pasado. Desde que se puso en marcha el Plan de Traslados, hace dos
años y medio, han sido enviados a la Península 26.581 subsaharianos con
una orden de expulsión imposible de cumplir.
   La cuestión es que
comunidades autónomas y ayuntamientos del PP, principales destinatarias de
estos vuelos cargados de extranjeros, inexpulsables en la gran mayoría de
los casos, se empiezan a resentir de la presión migratoria de Canarias. La
peor parada es la Comunidad de Madrid, que ya ha visto aumentar un 30 por
ciento las llegadas en relación con 2005. La consejera de Inmigración,
Lucía Figar, alertó de que a la capital llega el 65 por ciento de los
inmigrantes trasladados a la Península, diez veces más que a Cataluña. No
hay más que comparar. Según datos de Interior facilitados por la Comunidad
de Madrid, el Ministerio que ahora dirige Alfredo Pérez Ru – balcaba ha
enviado a Madrid desde enero hasta el pasado 30 de mayo un total de 3.527
subsaharianos, una cifra sensiblemente superior a otras autonomías, como
Andalucía (Algeciras, 120; Málaga, 880); Cataluña (350), Murcia (282) y
Comunidad Valenciana (241). Salvo Algeciras y Cataluña, el resto de
autonomías y ayuntamientos están gobernados por el Partido Popular.
   Figar ha denunciado que de los 3.527 subsaharianos que llegaron a Madrid
desde Canarias, el Ejecutivo regional sólo ha sido informado de 1.477.
Según la consejera, Madrid ofrece ayuda humanitaria y atención psicológica
a los extranjeros en sus centros de acogida, en los que disponen de 200
plazas para subsaharianos y un presupuesto para este año de tres millones
de euros. Pero Madrid no es la única: otros ayuntamientos como el de
Málaga también han criticado la «falta de luz y transparencia» sobre los
traslados. En mayo pasado, su alcalde, Francisco de la Torre, pidió al
subdelegado del Gobierno más información para evitar «situaciones de
oscurantismo» después de que en poco más de un mes el Ejecutivo dejara en
la capital malagueña a cerca de 400 extranjeros procedentes de Canarias.
   Las protestas se escuchan incluso desde Valencia. La consejera de Bienestar
Social, Alicia de Miguel, denuncia que esta Comunidad ha recibido más de
600 personas en situación irregular enviadas por el Gobierno central desde
Ceuta, Melilla y Canarias, una cifra muy superior al número total de
inmigrantes llegados en todo 2005, que fue de 172. «No puede continuar la
permisividad del Ejecutivo central con la inmigración irregular. La
condición de indocumentado no puede ser una garantía de protección
indefinida por parte de las instituciones públicas, porque los recursos no
son ilimitados. La situación puede llegar a ser insostenible y, además,
puede poner en peligro la sociedad del bienestar de la Comunidad», dice De
Miguel.
   «Si no quieren, que lo digan». La secretaria de Estado de
Inmigración, Consuelo Rumí, ha llamado la atención en varias ocasiones a
Madrid y Valencia por su «insolidaridad» con los extranjeros que son
trasladados por el Gobierno desde las islas o Ceuta y Melilla. «A día de
hoy ninguna comunidad autónoma gobernada por el PP, salvo la de Murcia, ha
facilitado plazas de sus centros de acogida para atender a estos
inmigrantes». Rumí añadió que «si el PP, que gobierna en comunidades donde
ha habido traslados, no quiere más desplazamientos que lo digo, pero que
se lo digo también al PP de Canarias, donde gobiernan con Coalición
Canaria».
   También desmintió que se hayan producido 3.527
traslados a Madrid y dijo que esa cantidad se refiere a extranjeros que
han pasado en tránsito con destino a otras comunidades autónomas. Sin
embargo, su departamento no quiso concretar el lugar último de destino de
los inmigrantes ni dar cifras de traslados.